Un total de diez alumnos con edades comprendidas entre los 25 y los 55 años de edad, han participado en la construcción de una embarcación de ocho metros y medio de eslora que será entregada a su término, dentro de dos meses, a la Federación de Vela Latina.
Se trata de un taller, que comenzó en el mes de mayo, y que ha permitido a los participantes conocer las técnicas de construcción de una embarcación. "El barco se hace de trazos, por piezas, y no se ve el resultado hasta el final" comentaba el maestro artesano, Agustín Jordán, por lo que asegura que cuando vieron el esqueleto del barco montado "los chicos no se podían creer que lo hubieran hecho con sus propias manos", indicaba Jordán.
Los alumnos durante el curso, no sólo han construido con sus propias manos un barco de ocho metros de eslora, sino que las herramientas que se han utilizado para trabajar durante estos cuatro meses, como los cepillos y los escantillones o falsas escuadras, también han sido creadas por ellos mismos. "Para construir un barco hay que tener muchos conocimientos tanto marinos como de carpintería que yo he intentado transmitir", dice Jordán. "No quiero que se pierda este tipo de artesanía que está tan ligada a Lanzarote porque desde que desembarcó el primer barco en la isla hace más 600 años entre su tripulación ya había un carpintero".
El taller se imparte todos los días de lunes a viernes durante tres horas. Y la embarcación que están construyendo, a petición de la Federación de Vela Latina se trata de una falúa: un barco ligero, alargado y estrecho de madera.
El carpintero Agustín Jordán, que empezó su labor con tan sólo quince años, trasladaba a las representantes públicas su intención de crear una escuela taller en la que puedan aprender los chinijos también porque según declara "Lanzarote no se puede permitir el lujo de perder esta tradición". Así aseguraba que tiene una lista "muy grande" de personas interesadas en aprender a realizar su propio barco.