A partir de 2016, los extranjeros no podrán casarse por la Iglesia en Lanzarote. Ésa ha sido la decisión tomada por el Obispado de Canarias que ha puesto 'en pie de guerra' a empresarios de la isla y movilizado a las instituciones. El propio presidente del Cabildo, junto con alcaldes de algunos municipios, remitió a la Iglesia un escrito hace cerca de dos meses para pedirle que reconsidere la decisión. Ahora, los empresarios solicitan "encontrar una solución" para evitarlo, recalcando la gran cantidad de ingresos que estos eventos reportan a la isla.
"Es una de las fuentes de ingresos de Lanzarote. Estamos hablando de millones de euros, de más de un vuelo semanal, imagínense el daño que esto va a generar a la isla", señala un miembro de la directiva de Aetur. Precisamente, esta patronal ha solicitado este lunes una reunión con el Cabildo de Lanzarote, con la intención de que la institución interceda y medie con la Iglesia para "encontrar una solución". "Tenemos que saber en qué posición se pone el Cabildo, que es nuestro órgano de mayor rango en la isla. Cuando el Cabildo se posicione, sabremos si vamos en conjunto o de manera independiente como patronal", explica.
En cualquier caso, al menos desde Aetur tienen claro que seguirán adelante para tratar de encontrar una alternativa. Por otro lado, esta asociación de empresarios está gestionando también una reunión con el Obispado, "para transmitir nuestras quejas y, sobre todo, buscarles solución", señalan.
"Es un error y una locura"
Según relata este directivo de Aetur, la decisión eclesiástica se debe a que los enlaces de extranjeros suponen mucha afluencia de trabajo para los párrocos de la isla. "El comunicado que dio el Obispado decía que el motivo es que hay mucho trabajo y no dan abasto; pero no se busca una solución".
Para este empresario, la decisión "es un error y una locura" y, para ilustrarlo pone un ejemplo muy gráfico: "es como decir que el aeropuerto de Lanzarote recibe muchos vuelos y que lo cerramos porque entran demasiados aviones. No tiene ni pies ni cabeza".
"Si es mucho trabajo, eso es entendible; hay que centrarse y llegar a un acuerdo", sostiene, recalcando que tanto Aetur, como Asolan y otros colectivos "están trinando porque saben los ingresos que supone" la celebración de estos eventos. Según relata, para Aetur la clave pasa por "buscar soluciones", que pueden ser desde ampliar el número de sacerdotes, "incluso en dos idiomas (la mayor parte de los matrimonios son de irlandeses, señala)" o, si fuese necesario, "pagárselo desde alguna institución, porque se trata de un ingreso de más de un vuelo semanal comprobado", incide.
"Un gran problema para la economía de la isla"
Desde las instituciones, el alcalde de Tías, Pancho Hernández, se ha referido también este miércoles en Radio Lanzarote-Onda Cero a la prohibición de la Iglesia. "Esto le puede ocasionar un gran problema a la economía de la isla", opina el edil. "Tengan en cuenta que al menos en los últimos 4 años en las diferentes ferias turísticas en las que hemos participado todos los ayuntamientos y el propio Cabildo, una de las cuestiones que más hemos promocionado es la celebración de bodas en Lanzarote", ha señalado.
Hérnandez es uno de los firmantes del escrito que el Cabildo de Lanzarote remitió al Obispado. "Le pedíamos que tuviese en cuenta el perjuicio que ocasionaría para la isla", ha explicado. Para el alcalde de Tías, que es uno de los municipios más escogidos por los extranjeros para contraer matrimonio, "de no continuar (las bodas) se haría un gran daño económico a los establecimientos hoteleros, porque cada vez que se realiza un evento así acompañan a quienes van a contraer matrimonio un número considerable de personas". En la misma línea se pronuncia el empresario miembro de la directiva de Aetur: "hay hoteles que obtienen sus mayores ingresos con las bodas, celebran tres o cuatro a la semana y cada boda puede traer 40 o 60 clientes".
