Antonio Hernádez declaraba este martes que el Ayuntamiento se ha dirigido al Juzgado para autorizar la entrada en la antigua conservera de La Rocar, hoy refugio de indigentes y toxicómanos. "Que sea el juez quien me autorice a entrar y demoler", declaraba el teniente de alcalde de la capital, convencido de que las naves que ocupan los terrenos del Islote del Francés son "un punto negro en el dentro de la ciudad que hay que demoler porque corren peligro vidas humanas".
Y es que existe riesgo de ruina inminente según el Ayuntamiento, que por eso quiere derribar las viejas naves, si bien su demolición se hará a diferentes tiempos porque "los techos de algunas, tienen que ser desmontados uno a uno", detallaba Hernández.
Pero además de salvar el obstáculo que supone la entrada para demoler en un terreno de propiedad privada, el Ayuntamiento tiene que desalojar a las personas que subsisten en las naves abandonadas. Antonio Hernández aseguraba este martes que la Concejalía de Asuntos Sociales, a cargo de Emilia Perdomo, lleva cuatro meses trabajando en la reubicación de los ocupantes de La Rocar. "Yo diría que más de la mitad ya no están allí y eso, se nota en la calle, donde los aparcacoches son menos", consideraba Hernández.
Un lugar de ocio que no se parezca al Parque de Los Pinos
Respecto al futuro de la zona una vez que se derribe lo que queda de la vieja conservera, Antonio Hernández ha explicado que a los propietarios de La Rocar "no se les va a permitir construir el volumen que ellos desean" en unos terrenos ubicados en el centro de la capital, pero el teniente de alcalde entiende que "en esa parcela hay que hacer algo".
Hernández ha dibujado en palabras la estampa de lo que asegura debería ser el islote del Francés. "Un lugar atractivo, iluminado, del que todos podamos disfrutar y al que acudan todos los visitantes de la isla. Un lugar verde, incluso comercial, pero distinto: un paseo agradable donde veamos pequeños y mayores y que sea el motor que regenere toda la zona, incluso el Charco de San Ginés".
Y es que el teniente de alcalde tiene claro, según contaba ante los medios, que La Rocar no debe tomar modelo de otra zona de Arrecife. "No quisiera que fuera un parque como el de Los Pinos, que a la gente le da miedo pasar por él de noche".
