Por ACN Press
Viene ya de lejos la guerra que mantienen el Cabildo de Lanzarote y algunas instituciones sociales de la Isla con el Ayuntamiento de Yaiza, a cuenta de la política urbanística promovida en la localidad turística de Playa Blanca.
Cansado de que se le apunte siempre con el dedo acusador, el alcalde sureño, José Francisco Reyes, volvió este martes a asegurar que ha cumplido con su "labor de procurar el desarrollo económico del municipio". Asimismo, insta a la presidenta de la Corporación insular a abrir un diálogo, junto con los empresarios, para resolver las diferencias por la "vía pacífica".
Desde que en 2000 se aprobara la conocida como moratoria turística, se precipitó la salida al mercado de casi 20.000 nuevas camas turísticas, muchas de ellas en el sur de la Isla, por entonces uno de los espacios menos explotados. El Cabildo insular emprendió entonces varios litigios contra las licencias urbanísticas concedidas precipitadamente por contravenir el planeamiento insular. Lo cierto es que los tribunales de justicia tampoco han acabado por dar la razón a la Corporación insular, ni por despejar las dudas.
El último episodio en este pulso se ha escrito desde la Consejería de Política Territorial del Cabildo, que ha denegado la licencia de apertura y funcionamiento a varios establecimientos alojativos que operan hace ya tiempo en Playa Blanca: el Hotel Papagayo Arena, el Rubicón Palace y el complejo de apartamentos Caybeach. La amenaza de derribo asusta a muchos empresarios, aunque la historia demuestra que el tiempo juega a su favor.
"Persecución"
En este escenario de enfrentamiento, el alcalde de Yaiza denunció una "persecución constante" a su Ayuntamiento, "pretendiendo marginar a un municipio que se ha decidido a vivir del turismo y obtener prosperidad". "Yaiza tiene 46 kilómetros de costa y sólo ha sacrificado 8 para construir. Se han creado empleos para muchos ciudadanos de la Isla. Y sin embargo, parece que siempre la atención se centra en nosotros, cuando en el resto de Lanzarote se ha construido mucho más", sostuvo el alcalde.
El Pleno del Cabildo ha debatido en alguna ocasión la posibilidad de llevar a Reyes ante los tribunales por su política urbanística. El alcalde dice no temer acciones judiciales contra sus decisiones de otorgar licencias porque tienen el "aval de técnicos y juristas".
Como solución a este problema, Reyes opta por "sentarse a dialogar" con el Cabildo. "Yo nunca me he negado a resolver esto por las buenas. Hay predisposición por parte del Ayuntamiento y los empresarios, sólo falta que el Cabildo acepte negociar", concretó finalmente.