La práctica totalidad de las atenciones que los servicios de vigilancia de las playas han realizado en los últimos días han sido debidas a picaduras de medusa, según han trasladado a La Voz tanto desde Cruz Roja como desde Emerlan.
En el caso de Cruz Roja, que presta sus servicios en las playas de El Reducto, Las Cucharas, Playa Grande y Playa Blanca, en la última semana se han registrado hasta 50 casos de picaduras de medusa. "No se trasladó ningún caso al hospital, pero se les recomendó que fueran al centro de salud para que les atendieran, ya que nosotros sólo les damos suero fisiológico", explica el presidente de Cruz Roja en la isla, Rafael Hernández.
Emerlan traslada la misma versión y, aunque la ONG no tiene cifras concretas, asegura que desde que hay medusas en las playas de la isla, el 99 por ciento de las atenciones que han realizado han sido en este sentido. En concreto, se refieren a las playas de Famara, Los Pocillos y Matagorda. "Yo un día estuve de servicio en una playa y ese día hubo hasta 35 picaduras", asegura Joni Pérez, de Emerlan, quien añade que el problema es que las medusas "se masifican por zonas".
Uno de los casos se produjo en Playa Honda, donde una medusa picó a un hombre en el cuello. "Vi el cartel avisando que había medusas pero, como fui de listo, me metí en el agua", explica este hombre, que señala que "no hay que tomarse a broma la prohibición de meterse en el agua".
A pesar de que los servicios de emergencia de la isla sostienen que las picaduras de medusa han copado sus atenciones en las playas en los últimos días, el director insular de Salud, Erasmo García, afirma que "sólo ha habido algunas picaduras". "No tenemos constancia de casos registrados en el hospital y en centros de salud apenas se han dado. Ha habido alguna picadura, pero nada más. Afortunadamente, estamos tranquilos", señala.
¿Imprudencia?
Cruz Roja asegura que la gente se está portando "bastante bien" y que, generalmente, "hacen caso a las recomendaciones de no bañarse". "Si hay bandera roja o amarilla no se bañan, aunque si hay verde, sí, pero en cuanto hay una picadura, salta la alarma y ya comprobamos el nivel de medusas que hay", explica el presidente de la ONG en la isla, Rafael Hernández.
Sin embargo, desde Emerlan sí que ponen de manifiesto que hay una cierta "imprudencia" por parte de la gente. "A pesar de la campaña de prevención y de que les aconsejas y les dices que no se metan, no hacen ni caso", afirma Joni Pérez.
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