El Cabildo de Lanzarote y la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias ejecutarán un Plan de control y erradicación de la plaga de Diocalandra frumenti-o picudo de las cuatro manchas- para salvar el palmeral de Lanzarote.
Desde el Cabildo señalan que esta iniciativa es fruto de un convenio de colaboración suscrito entre ambas instituciones, anunciado este martes en el Parlamento regional por el consejero José Antonio Valbuena en respuesta a una pregunta de la presidenta insular, María Dolores Corujo.
La Primera Corporación detalla que el "Plan de control y erradicación de la Diocalandra frumenti" responde a la necesidad de actuar “de forma urgente” frente a un parásito invasor que arribó a la isla en ejemplares foráneos importados, principalmente desde el sureste asiático, y que se ha convertido en una amenaza “real” para la supervivencia del palmeral de Lanzarote.
“El abandono y la desidia de anteriores administraciones han provocado una situación límite en uno de los palmerales más significativos del archipiélago por su importancia paisajística, su atractivo turístico y su valor ornamental", ha señalado Corujo. "Una simple inspección visual, pone de manifiesto que su estado de salud dista, y mucho, de poder considerarse no ya óptimo sino adecuado”, ha añadido.
“La biodiversidad mundial está amenazada por los efectos del cambio climático pero este problema medioambiental adquiere mayor dimensión en territorios como Lanzarote, donde los estudios más recientes reflejan que en torno al 80% de las palmeras de la isla está afectada por el picudo de las cuatro manchas, un parásito que reduce considerablemente la capacidad fotosintética de la planta” ha explicado Corujo.
La presidenta del Cabildo ha agradecido “la sensibilidad” del Gobierno de Canarias y ha hecho un llamamiento a toda la población. “Vamos a hacer todo cuanto sea necesario para recuperar uno de nuestros elementos naturales más representativos y simbólicos de la isla, pero es indispensable el compromiso de administraciones públicas, entidades privadas y particulares con las normas de prevención y la aplicación de los tratamientos indicados para que podamos volver a disfrutar del palmeral sano y hermoso que hace inconfundible nuestro paisaje”, ha concluido.
El Plan de control y erradicación de la Diocalandra frumenti
Según señalan desde el Cabildo, la iniciativa será ejecutada por técnicos y personal especializado de la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR) en dos fases.
Inicialmente, se realizará un diagnóstico del estado tanto de los palmerales naturales como de los ejemplares localizados en las zonas verdes de la isla. Una vez se disponga de los resultados, se aplicarán los tratamientos fitosanitarios adecuados en los ejemplares afectados para “iniciar su recuperación, por un lado, y frenar la propagación del parásito a las palmeras del entorno, por otro”.
Este convenio tiene un presupuesto inicial de dos millones de euros, que serán sufragados en un 50% entre el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Lanzarote, y una duración de cuatro años.