El Molina Orosa incorpora un nuevo avance en el tratamiento del dolor crónico

Se trata de la última generación de bomba de infusión intratecal para tratar a pacientes con dolor crónico de gran intensidad en pacientes que no responden a otras modalidades de tratamiento

2 de mayo de 2024 (10:58 CET)
Actualizado el 2 de mayo de 2024 (12:31 CET)
Momento de la colocación de la bomba en el Hospital Molina Orosa
Momento de la colocación de la bomba en el Hospital Molina Orosa

La Unidad del Dolor del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa ha incorporado recientemente e implantado con "éxito la última generación de bomba de infusión intratecal para tratar a pacientes con dolor crónico resistente". Este nuevo dispositivo está ideado para tratar el "dolor crónico de gran intensidad" en pacientes que no responden a otras modalidades de tratamiento.

La bomba de infusión administra el medicamento analgésico en la proximidad de la médula espinal del paciente, con lo que se obtienen "mejores resultados analgésicos" que los conseguidos por vías convencionales, tales como la oral, la intramuscular o la intravenosa. Además, la administración intratecal precisa de dosis muy pequeñas para alcanzar la analgesia, con lo que se "reducen los efectos secundarios".

La bomba de infusión intratecal se programa desde un ordenador y permite regular la dosis de fármacos que se administran según las necesidades individuales de cada paciente. Un aspecto que resulta clave en todo el proceso porque una programación adecuada asegura un mejor seguimiento del tratamiento y reduce al mínimo la necesidad de la intervención directa del paciente o de sus cuidadores.

La colocación del dispositivo se realiza en quirófano en una intervención breve que requiere de anestesia local y sedación del paciente. En esta intervención se realiza una incisión en la espalda y se utiliza control radiológico para guiar la aguja en la inserción del catéter en el espacio intratecal que conecta a un depósito que se coloca bajo la piel del abdomen. Una vez implantada, la bomba precisa ser rellenada cada varios meses, acción que se lleva a cabo mediante una inyección a través de la piel.

La responsable de la Unidad del dolor crónico del Molina Orosa, María del Mar Domínguez, señala que “la administración de medicación analgésica por vía intratecal es una opción terapéutica segura y eficaz en pacientes seleccionados con dolor crónico resistente. El acceso a estos nuevos recursos contribuye a la mejora de la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores”.

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