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Una lectora pide colaboración para saber quién roció su coche con líquido corrosivo

Señala que atacaron su vehículo el pasado 1 de junio cuando lo tenía aparcado junto a la primera rotonda de entrada al aeropuerto de Lanzarote

6 de junio de 2017 (21:38 CET)
Una lectora pide colaboración para saber quién roció su coche con líquido corrosivo
Una lectora pide colaboración para saber quién roció su coche con líquido corrosivo

Una vecina de Arrecife, Isabel Yasmina González, se ha puesto en contacto con La Voz para denunciar que el pasado jueves, 1 de junio, alguien roció su vehículo con líquido de frenos cuando se encontraba aparcado en la salida del aeropuerto de Lanzarote. La mujer desconoce quién pudo hacerlo y pide colaboración por si hay alguna persona que pudo ver a alguien en la zona, ya que es muy visible, y poder así identificar al autor de los hechos.

Isabel Yasmina ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil de San Bartolomé. En el escrito la mujer señaló que sobre las 19:10 de la tarde del 1 de junio cuando su actual pareja dejó aparcado el coche "junto a la primera rotonda de entrada al aeropuerto de Guacimeta, justo en dirección a la salida, teniendo junto a este otros dos vehículos".

Al regresar, sobre las 21:00 horas asegura que pudo observar que le habían rociado con algún líquido corrosivo sobre la "zona de los faros delanteros y la zona de la defensa delantera del coche en ambos lados". "El faro derecho y el izquierdo están reventados por dentro, al ser el líquido de frenos tan fuerte, me han dicho los mecánicos, que se tienen que cambiar", ha explicado la afectada a La Voz sobre la situación en la que se encuentra ahora con su vehículo.

"Llevo tiempo sufriendo ataques a mi coche", ha señalado Isabel Yasmina, explicando que en otra ocasión sobre noviembre o diciembre del año pasado le pintaron los faros delanteros con témpera cuando lo tenía estacionado cerca de su lugar de trabajo en Arrecife. "Casi siempre en sitios oscuros, donde nadie lo puede ver", ha apuntado, añadiendo que también le rompieron el cristal, aunque duda si pudo ser una acción dentro de la oleada de robos que hubo en el Charco de San Ginés, en la capital lanzaroteña.

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