Vista para sentencia la causa contra el acusado de violar a una joven en un descampado de San Bartolomé

La Fiscalía y la acusación particular piden para él una pena de ocho años de prisión y la prohibición de acercarse a la víctima

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Juan Mateos
28 de mayo de 2025 (06:49 WEST)
El acusado J.D.H.Y.  durante el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Las Palmas. Foto: Juan Mateos.
El acusado J.D.H.Y. durante el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Las Palmas. Foto: Juan Mateos.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha juzgado este martes al acusado J.D.H.Y. por un delito de abuso sexual con penetración, calificado de esa manera porque aún no estaba en vigor la Ley Orgánica 10/22, conocida como Ley del Solo Sí es Sí.

Antes de comenzar el juicio, la defensa del acusado pidió la suspensión de la vista oral alegando que no había tenido tiempo suficiente para preparar la defensa. Sin embargo, la acusación particular se negó. "Mi cliente está desesperada y necesita pasar página cuanto antes", alegó la letrada. El Tribunal se negó a aplazarla y recordó que durante el proceso judicial también se debe tener en cuenta a la víctima.

Tras esta negativa, el acusado trató de renunciar a su letrado en el propio juicio oral, otro nuevo intento que fue tumbado por la Sala, donde los magistrados alegaron que no se puede renunciar a última hora "para evitar el juicio". 

En la vista oral, celebrada en los Juzgados de Arrecife, la víctima narró que conoció al presunto agresor por Instagram y que luego pasaron a hablar por WhatsApp en 2020. De acuerdo con su testimonio, sus conversaciones comenzaron porque él necesitaba algunos consejos sobre su experiencia en un centro educativo, donde ella había estudiado algunos años.

De acuerdo con el testimonio de la joven, la noche del 7 de mayo de 2020 salió a correr por su pueblo, en San Bartolomé, cuando el acusado presuntamente la sorprendió con su coche, ya que ella le había comentado que solía hacer deporte por esa zona. Tras ello, él se presentó y la invitó a subir al vehículo para pedirle algunos consejos más sobre su experiencia educativa. Finalmente, se trasladaron en el coche hasta un descampado cercano, donde se hizo de noche, y pasaron varias horas hablando.

En un momento determinado, él presuntamente esnifó una raya de cocaína y comenzó a ponerse cariñoso con ella. "Me dijo que le dejara acostarse conmigo. Se puso encima de mí, me presionó la pierna contra la marcha, me inmovilizó", recordó la víctima en sede judicial. Ella le acusa de haberla violado sin preservativo. "Intenté salir, me giré y se me puso encima", resaltó. "Me dejó donde me había recogido y me dijo 'si yo sé lo hubiese hecho antes'", continuó. 

La joven indicó que al llegar a su casa, sobre las 2.00 horas de la madrugada, lo bloqueó, eliminó las conversaciones y trató de "borrar ese episodio", se quitó la ropa, se duchó varias veces. Esa misma noche escribió a su mejor amiga por WhatsApp contándole lo ocurrido. Al día siguiente, también habló con su hermana por el mismo medio. Finalmente, cuatro días después su hermana la convenció para que lo contase a sus padres e ir a denunciar.

"Tenía dolor vaginal y consecuencias psicológicas", añadió en la Sala. La joven, su hermana y su amiga narraron ante el Tribunal que desde entonces su vida no volvió a ser la misma y que se vio obligada a dejar la universidad a causa de las secuelas psicológicas de aquello. "Ella estaba muy mal y eso que es muy fuerte", explicó su hermana. 

En el momento de la recogida de muestras, la forense constató la presencia de un chupetón en el cuello, que la víctima atribuye al momento de la agresión sexual. Mientras tanto, señaló que durante la intervención narró los hechos de forma constante y sin contradicciones. Por otra parte, dos psicólogas que la trataron en el proceso resaltaron que los resultados mostraron que la joven estaba "exagerando los síntomas", pero rechazan que esto signifique que sea o no mentira lo ocurrido, "puede tener en menor medida o no tener", continuaron.

Durante su intervención, el acusado aseguró que era fumador y consumidor de cocaína, pero que ese día no consumió delante de ella porque es "reservado" y no lo hace delante de gente. En su declaración ante los jueces expuso que había mantenido conversaciones sexuales previas con la víctima: "Se sabía que era para echar un polvo", "quedamos para eso, para el polvito", indicó. 

El acusado, que reconoció que existió una relación sexual con la víctima, asegura que fue en todo momento con consentimiento, que la penetró sin preservativo y que al día siguiente cuando le escribió ella lo había bloqueado. Finalmente, no se pudieron extraer las conversaciones entre ambos porque las habían borrado, él alegó que lo hizo para ocultar a su pareja que había estado con otra mujer. 

La Fiscalía y la acusación particular piden para el acusado una pena de ocho años de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena. Además, también le impone una medida de libertad vigilada por siete años. También solicita una orden de alejamiento que le prohíbe acercarse a menos de 500 metros de la víctima, así como a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar donde se encuentre y de comunicarse con ella por cualquier medio durante 10 años.

Además, que la indemnice con 10.000 euros por los daños morales ocasionados.

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