La salud mental y el arte contemporáneo: un vínculo esencial para el bienestar de nuestra sociedad

David Machado
23 de abril de 2023 (14:59 CET)

La salud mental, ese aspecto crucial que habita en el sendero de nuestras vidas,  se encuentra íntimamente relacionado con el arte y la cultura contemporánea. Este  año, el Consejo Internacional de Los Museos centrará la actividad del Día de Los  Museos en la sostenibilidad y el bienestar, dos principios que confluyen como  corrientes oceánicas. El arte es un ámbito del conocimiento que se entrelaza con  nuestras emociones y sentimientos, nos permite adentrarnos y expresar nuestra  percepción del mundo, ofreciéndonos perspectivas alternativas y maneras de  enfrentar nuestras realidades. 

A lo largo de la historia, numerosos y numerosas artistas han utilizado el arte como  un medio para comunicar sus propias vivencias en el terreno de la salud  emocional, proporcionando un lenguaje visual que trasciende las barreras  culturales y lingüísticas. La conexión entre la salud mental y el arte es profunda y  significativa, y merece ser explorada y entendida. 

En lugares como Lanzarote, la salud mental aún se encuentra envuelta en un velo  de silencio y tabúes para una parte de la sociedad, afectando negativamente a  aquellos que trabajan en la industria cultural. Los trabajadores culturales y  creativos, tanto autónomos como empleados de organizaciones públicas y  privadas, a menudo enfrentan niveles extremadamente altos de estrés debido a  una serie de factores, como la falta de apoyo, tiempos de producción agobiantes,  estrategias arcaicas y poco profesionales que se imponen en muchas instituciones  culturales, o en muchos casos, una jerarquía estructural y administrativa copada  de personas sin capacidad para establecer metodologías de mediación eficientes.  La cultura, entre otras muchas cosas, es un ámbito que se ocupa de transmitir  emociones y sentimientos, no debe ser tratada como un juego de poder y ego, ya  que esto solo dificulta la transmisión adecuada del arte y la cultura a la sociedad. 

En el sector artístico y cultural, las normativas a menudo no reflejan la realidad de  la producción artística. Estos profesionales se enfrentan a barreras significativas al  intentar producir obras o programar actividades, haciendo que muchísimas formas  diversas de ver el mundo se queden relegadas al ostracismo administrativo. 

La salud mental, aunque cada vez menos, sigue siendo un tema tabú para algunas  generaciones, pero el arte nos muestra cómo un amplísimo número de artistas han  expresado sus realidades a través de lienzos, esculturas, escritos o melodías,  como si fueran diseñadores de metalenguaje. Ejemplos como Manolo Millares, César Manrique, María Belén Morales y Pino Ojeda, nos revelan preocupaciones y reflexiones sobre el dolor, el sufrimiento, la condición humana, la conexión con la  naturaleza, la identidad, el feminismo, la fuerza interior, la espiritualidad y la memoria. Al estudiar las experiencias de teóricas e investigadoras del arte como la  académica y antropóloga estadounidense Ellen Dissanayake, podemos comprender la importancia del arte y la cultura en el desarrollo emocional y cómo estos cumplen funciones biológicas y evolutivas esenciales en nuestra existencia.  Según ella, el arte sirve para facilitar la cohesión social, la comunicación y la  transmisión de información cultural a lo largo de las generaciones, influyendo en el  bienestar emocional y psicológico de las personas. 

Para abordar estos problemas, es fundamental reconocer y enfatizar la importancia de la salud mental en el arte y la gestión cultural. Es hora de cambiar  la mentalidad predominante y trabajar para eliminar el estigma asociado con la  salud mental. El arte contemporáneo puede desempeñar un papel importante en  este proceso, alentando a las personas a enfrentar y expresar sus emociones,  abriendo caminos hacia la el empoderamiento y el crecimiento personal. 

El arte es un ámbito que constituye un poderoso motor de bienestar y una  herramienta de apoyo eficaz en la lucha contra la depresión, la ansiedad y otras  afecciones. A través de la expresión emocional, la catarsis, la atención plena, el  aumento de la autoestima, la conexión social y la arteterapia, el arte puede  contribuir a que las personas puedan enfrentar sus problemas emocionales y  psicológicos y así mejorar su bienestar general.


 

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