Lanzarote y Fuerteventura no son tu bazar de souvenirs

18 de agosto de 2025 (20:04 WEST)

Parece que hay turistas que vienen a Canarias con la misma mentalidad con la que se pasean por un bazar chino: “lo que me guste, lo arranco y me lo llevo”. En Lanzarote y Fuerteventura ya no se conforman con las fotos, el sol y el “todo incluido”. Ahora se creen con derecho a expoliar la naturaleza como si fueran Indiana Jones en versión chancla y sombrero de Decathlon.

En TikTok, la última joyita: una señora arrancando rofe y piedras en El Golfo, con la familia grabando y riéndose al grito de “mi tía ahorrando en souvenirs”. Pues sí, cariño, souvenirs gratis… a costa de cargarte un espacio protegido. Porque la risa siempre sale más fácil cuando el destrozo lo paga la isla y no tú.

Pero la cosa no se queda ahí. Porque ya en la Playa de las Palomitas, en Fuerteventura, hace años que los turistas con síndrome de Diógenes playero se empeñan en llevarse las algas coralinas muertas —que parecen palomitas, de ahí el nombre— como si fueran golosinas de feria. ¿Resultado? La playa, cada vez más pobre y degradada, porque a la gente le parece “muy cuqui” llevarse un puñadito para decorar el jarrón del salón.

Lo que no entienden es que Lanzarote y Fuerteventura no son Ikea. Aquí no vienes con la bolsa amarilla a ver qué pega con tu sofá. Son territorios frágiles, Reserva de la Biosfera y para colmo, los pocos rincones vírgenes que nos quedan. Cada piedra, cada palomita, cada granito de sal tiene su función en el ecosistema, aunque a ti solo te sirva de posavasos exótico.

Y claro, lo suben a redes, orgullosos, como si fueran influencers del vandalismo ecológico. Después, cuando alguien les señala la barbaridad, sueltan el clásico: “no lo sabíamos”. Pues mira, yo tampoco sé neurocirugía, pero no por eso me meto en un quirófano con una cuchara de cocina.

¿Quieren un recuerdo de Canarias? Llévense un imán de nevera, una botella de ron miel, o si tienen mala suerte, una insolación que se recordará sola. Pero dejen de vaciar playas y arrancar piedras, porque cada souvenir que roban es un insulto a esta tierra y a la gente que la cuida.

Así que, consejo gratis: si vienen solo a expoliar, mejor no vengan. Les saldrá más barato, más sostenible y nos ahorran la vergüenza ajena de ver cómo convierten nuestra tierra en el mercadillo cutre de su viaje de bajo coste.
 

LO MAS LEÍDO