La contagiosa nimiedad del PIL

Llevan meses prácticamente desaparecidos y negándose a hablar con los medios que han sido críticos con la corrupción y con el escándalo que ha sacudido al partido tras el caso "Unión" pero, cuando reaparecen, los cargos ...

19 de noviembre de 2010 (16:34 CET)

Llevan meses prácticamente desaparecidos y negándose a hablar con los medios que han sido críticos con la corrupción y con el escándalo que ha sacudido al partido tras el caso "Unión" pero, cuando reaparecen, los cargos ...

Llevan meses prácticamente desaparecidos y negándose a hablar con los medios que han sido críticos con la corrupción y con el escándalo que ha sacudido al partido tras el caso "Unión" pero, cuando reaparecen, los cargos públicos del PIL vuelven a demostrar de qué pasta especial están hechos.

La célebre intervención de la consejera María José Docal tras su detención en la Operación "Jable", en la que llegó a asegurar que el cohecho que se le imputa "es nimio", parece haber creado escuela en las filas de los Independientes de Lanzarote. En esta ocasión, ha sido otra habitual de las explicaciones surrealistas la que le ha tomado el relevo, con una frase que no se sabe si es una auténtica provocación, o el simple reflejo de que los de Dimas Martín siguen convencidos de que la isla sigue siendo aquella de las garbanzadas, en la que los votos que se cotizaban al peso de las cebollas y las papas. Si siguen pensando que da igual lo que digan y lo que hagan, porque a última hora volverá a aparecer su líder con cuatro frases para encantar a las serpientes, aunque tenga que hacerlo desde la cárcel.

En caso contrario, es inexplicable que Emilia Perdomo volviera a utilizar un término tan poco afortunado para referirse a la subvención a la que ha renunciado el Ayuntamiento de Arrecife, y que debía destinarse a ayudar a las familias que tienen que llevar a sus hijos a guarderías privadas, porque no tienen otra opción, y que no cuentan con recursos suficientes para ello.

Después de que Coalición Canaria hiciera público que el Ayuntamiento había perdido esos 42.000 euros, Perdomo respondió que es "una nimiedad centrarse en esa subvención" porque, según ella, el dinero llegó cuando el año ya está casi terminando y sólo les hubiera dado tiempo a entregarlo a las familias durante un mes. En fin.

Probablemente, los padres que esperan como agua de mayo esa ayuda no pensarán lo mismo. Ni tampoco los ciudadanos que están pendientes de cualquier tipo de subvención. Porque cuando uno deja pasar aunque sea sólo un céntimo de euro del dinero público, pierde cualquier tipo de legitimidad para quejarse después de que no le dan tal o cual ayuda desde instituciones superiores, como el Gobierno de Canarias.

Pero claro, el partido que convirtió el "Kilo Solidario" en una especie de milagro de los panes y los peces, pero a la inversa, dejando toneladas de comida en paradero desconocido y jugando con la buena fe de los ciudadanos que aportaron su granito de arena a esa campaña, es difícil que considere como algo realmente importante la necesidad que están pasando muchas personas en esta isla.

El PIL es así. De hecho, si Fabián Martín se permitió el lujo de perder casi un millón de euros que debía haber aportado el Gobierno de Canarias para el paseo de cruceristas, y que finalmente no llegaron porque no se entregó a tiempo la documentación correspondiente, unos miles de euros son cosa de niños. Y lo peor es que parece que el asunto es contagioso.

De hecho, su socio de gobierno, al que encumbraron a la presidencia del Cabildo, Pedro San Ginés, parecía esta semana querer seguir sus pasos, al hablar del dinero que se ha pagado en el último año a su "buen amigo", como él mismo lo define, Ignacio Calatayud. Y es que según San Ginés, "sólo" ha cobrado 100.000 euros, y no los 300.000 que dice el PSOE. Eso sí, se olvida de aclarar que a esa cifra, hay que sumar muchos otros contratos pendientes de pago, en los que él ha intervenido directamente pese a su amistad con el interesado, y que sí multiplican por tres lo percibido hasta ahora por Calatayud. Pero claro, eso sí es algo nimio.

A estas alturas, pocos tienen dudas de qué es lo que de verdad consideran importante el Partido de Independientes de Lanzarote y el actual presidente del Cabildo y, a falta de medio año para las elecciones, lo único que queda es rezar para que su escala de valores no se siga contagiando.

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