1. Un pacto en materia de inmigración de los grandes partidos (PP y PSOE, así como de los que quieran sumarse a él) sólo tiene sentido, y mucho, si es para adoptar medidas fulminantes y drásticas que ninguno de ellos se atreve a adoptar o proponer por sí solo. De otro modo, se trataría de un simple compincheo para adoptar cuatro parches inefectivos y exonerarse recíprocamente de la irresponsabilidad y falta de respuestas concretas que todos (también CC y todo el arco parlamentario de las Cortes y de la totalidad de los parlamentos regionales) han tenido en este asunto desde siempre, y más acentuadamente desde 1995.
2. Recordemos que la cuestión inmigratoria se escamoteó al debate político en las elecciones generales de 1996, 2000 y 2004, así como en las regionales de 1995, 1999 y 2003. En esta última ocasión (2003) siendo el problema ya gravísimo, los partidos con representación previa (PSOE, CC, PIL y, tácitamente el PP) llegaron al cinismo de suscribir un vergonzante "pacto de silencio" sobre inmigración. El planteamiento partidista fue más o menos este: "Nos repartimos el pastel, salga como salga, pero en este tema no nos mojamos". Y así fue: apretón de manos, y a otra cosa, mariposa. Así estamos.
3. Observo, con gran frustración y preocupación, y con indignación, que la táctica del PP es, aprovechando que no existe ningún partido fuerte a su derecha, la de esperar ladinamente a que el desbordamiento del descontrol inmigratorio le vaya trayendo votos de por sí hasta 2008, sin mojarse ofreciendo soluciones en profundidad. Esto, en la situación en que estamos, es una traición al pueblo.
4. Con CC ocurre algo parecido: el pasado día 14 de Septiembre sus propuestas en el Congreso de los Diputados (inaceptadas por el PSOE y los grupos que le apoyan, para colmo) fueron tan tímidas (quizá por la rémora que supone compartir grupo con Román Rodríguez y NC) que ni siquiera permitirían afrontar eficazmente la situación actual, ya no digo anticiparnos con contundencia al agravamiento que se avizora y que nuestra suicida inacción propicia en lugar de disuadir.
5. Las bases mínimas de un acuerdo PSOE-PP sobre inmigración han de ser las siguientes:
a) Considerar presos a los inmigrantes ilegales retenidos y eliminar el tope de retención de 40 días.
b) Igualar, a efectos de expulsión, los derechos de adolescentes y adultos, denunciando a estos efectos los acuerdos internacionales que España tiene firmados a este respecto. (Desvincularnos de esos acuerdos, para que todos nos entiendan. No puede admitirse que miles de mocetones que se han metido aquí ilegalmente y "deliberadamente" se beneficien, y pretendan seguirlo haciendo a miles, de unos privilegios que fueron pensados para la "esporádica" atención transfronteriza de niños desvalidos).
c) Intervención intensa (en medios y efectivos) de las FFAA para la detección de ilegales en los litorales de origen, en ruta, en nuestro litoral, en puertos y aeropuertos y, también, en el interior de España, o en todo caso, de nuestras islas.
d) Expulsar a los ilegales (por ejemplo en barcos militares de prisioneros) a cualquier país o zona del planeta, es decir, no necesariamente al suyo de origen, máxime si estos ilegales retenidos ocultan su pasaporte y procedencia.
e) En el caso de Canarias, no admitir la entrada de extracomunitarios salvo que vengan con visado consular previo o permiso de trabajo previo, y excluir, excepto en contados y justificadísimos casos, su entrada como turistas: todos sabemos que el verdadero turismo que recibimos aquí procede en un 99% de la Europa Occidental, por lo que esta limitación no afectará a nuestra economía, antes al contrario la beneficiará. Este control se efectuará también a los extracomunitarios que pretendan entrar a Canarias desde aeropuertos comunitarios, incluidos los del territorio español. Las personas que no cumplan los requisitos de entrada serán devueltos a los aeropuertos de origen en el siguiente vuelo, o en todo caso extrañados al lugar que se determine y por los medios de transporte que se determine.
-Todo esto de entrada, como mínimo y"ya". Es inmoral que el gobierno de "todos los españoles" siga indefinidamente secuestrado y maniatado por personajes como Llamazares, Joan Herrera y la ínfima franja de población que estos representan.
Emilio de Fez Marrero