Gracias compañera

25 de julio de 2015 (08:16 CET)

Gracias Rocío por poner por escrito y de manera clara lo que piensa gran parte de la militancia de nuestro partido sobre la situación creada por Pedro San Ginés en el Cabildo de Lanzarote.

Puedo entender que los cargos públicos y orgánicos tengan en ocasiones que mantener un plus de discreción, pero el silencio de nuestro partido comenzaba a ser estruendoso y tú has sido capaz de romperlo.

Y lo has hecho, además, dejando muy claro el origen del conflicto: la intromisión intolerable del presidente en un área que corresponde al Partido Socialista.

Algunos se han empeñado en confundir a la opinión pública dando a entender que el PSOE se ha empeñado en la defensa a ultranza de un funcionario, llegando a acusar al empleado público de militar en el Partido Socialista.

No. No es cierto. Leopoldo Díaz no es la causa de la ruptura del pacto, por más que su honorabilidad, su lealtad a la primera institución insular y su defensa de la legalidad lo hagan acreedor del mayor de los respetos.

Quien torpedea el acuerdo es un presidente soberbio, incapaz de reconocer ni sus propios límites ni sus limitaciones como persona. Un presidente que, tal vez para marcar desde el primer momento su posición, se entromete en una decisión que, en todo caso, correspondía a un consejero socialista.

San Ginés sabe que quedan asuntos complicados por llevar a pleno. Asuntos que, en todo caso, debía de consensuar con el PSOE. Me refiero, claro está, al Plan Especial de la Geria y al Plan Insular de Ordenación.

Con su atrabiliaria decisión ha pretendido dar un golpe sobre la mesa y dejar claro que es quien manda en el Cabildo. Y le ha salido mal. Puede ser el presidente, pero está obligado como cualquier consejero a respetar los pactos y a aquellos con quien pacta.

Y eso hay que decirlo alto y claro, no permitiendo que se escondan tras cortinas de explicaciones mendaces.

Gracias compañera por haberlo hecho.

Cristina Duque, militante socialista

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