En Lanzarote y La Graciosa

10 de marzo de 2021 (10:47 CET)

Muchos hemos visto confirmadas nuestras sensaciones acerca de los efectos económicos, sociales y personales ocasionados por la pandemia en las islas de Lanzarote y La Graciosa. Me reconforta saber que ocho de cada diez de mis paisanos estarían dispuestos a vacunarse inmediatamente en cuanto tenga posibilidad de hacerlo, según se deprende de la Encuesta de Temas Insulares realizada por el Cabildo de Lanzarote.

El estudio de opinión es un monográfico sobre los efectos que está teniendo la pandemia del coronavirus en los habitantes de ambas islas. Resulta alentador corroborar que el terraplanismo es residual por estas latitudes atlánticas, y que contamos con un eficiente sistema público de salud en Canarias. Así lo atestiguan las personas que tuvieron contacto con los servicios sanitarios por motivos relacionados con el coronavirus, ya que el 85% valora muy bien/bien la atención recibida.

Debe subrayarse que la preocupación por la inmigración y la inseguridad ciudadana son irrelevantes. Eso dice mucho de mis conciudadanos lanzaroteños y gracioseros a la hora de no dejarse arrastrar por la machacona cantinela procedente de la extrema derecha y algunos sectores de Coalición Canaria, y que coinciden en señalar al pobre e inmigrante como nuestro gran problema. El odio y el miedo no calan entre nosotros, afortunadamente.

La encuesta pone de manifiesto una evidencia: a casi todos los entrevistados (96%) le preocupa mucho o bastante la situación de la COVID-19 que se está viviendo en Lanzarote y en otros lugares, tanto en lo que concierne a los efectos sobre la salud como sobre la economía y el empleo. De hecho, ocho de cada diez encuestados opina que la situación económica actual de Lanzarote y La Graciosa es mala o muy mala. Es lógico, tras el cierre del turismo.

Como cabía esperar, a continuación del coronavirus y por orden de importancia, los tres temas que preocupan a la población son de índole económica y laboral. Así, se mencionan los problemas económicos, el paro y la crisis turística. Son tres maneras de referirse a una misma inquietud colectiva, puesto que nuestra dependencia del turismo es casi total y nuestro modelo de desarrollo carece de alternativas. No obstante, albergo la expectativa de la reapertura del turismo antes de que concluya la primavera.

Este es el panorama, así que mientras seguimos comportándonos con responsabilidad para doblegar a la pandemia, tenemos motivos para aguardar esperanzados el momento de la recuperación económica. El compromiso de la Unión Europea, el Plan España Puede de Pedro Sánchez, el Plan Reactiva Canarias de Ángel Víctor Torres y el Plan que viene del Cabildo de Lanzarote de la mano de María Dolores Corujo son sólidas invitaciones a mirar nuestro futuro con confianza.

 

Fco. Manuel Fajardo Palarea, senador del PSOE por Lanzarote y La Graciosa.

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