El PP y un tiro en el pie.

Alejandro Pérez Opray
28 de julio de 2019 (10:08 CET)

Mucho se habla últimamente sobre las palabras del Secretario General del Partido Popular, Teodoro García Egea, en torno a los pactos llevados a cabo en los diferentes cabildos insulares. Principalmente, ha dejado claro que "no se puede pactar con el PSOE, porque el PP es lo contrario, es la alternativa a los socialistas". Por ello, aboga por "estudiar las condiciones" para una moción de censura contra Loli Corujo, la actual presidente del Cabildo de Lanzarote. Algo curioso si tenemos en cuenta la situación del PP a nivel canario, el hecho de que el único beneficiado en esto será Coalición Canaria (CC) y las declaraciones de Astrid Pérez.

Más allá de los sucesos acontecidos entorno a los consejeros del Partido Popular (PP) en La Palma (expulsados del partido), y del gran interés por sustituir a Asier Antona, el partido a nivel general ha dejado claro que los líderes insulares deben romper sus pactos con el PSOE. O eso es lo que se ha dado a entender, con gran insistencia, en algunos medios de comunicación afines a ciertos grupos políticos. Este hecho, como poco, sorprende. Y sorprende porque si uno observa el mapa político de las islas puede vislumbrar con facilidad que la poca presencia que tiene el partido en algunas instituciones, municipales e insulares, se deben a esta relación "antinatura". Es más, en algunos lugares alcanza a gobernar por primera vez en su historia, como en el Cabildo de La Palma; u obtiene un gran incentivo al lograr ocupar la capital insular, como en el caso del PP en Arrecife. Este último es el único ayuntamiento capitalino de toda Canarias que aumenta el número de concejales del PP. Los resultados en las demás capitales insulares reflejan perdidas, siendo la excepción Santa Cruz de La Palma, en donde mantienen el mismo número de representantes.

Con este escenario catastrófico cualquiera se puede cuestionar la sinrazón argumentativa expuesta por Egea.

Un partido que pierde apoyos, que no ocupa cargos relevantes y que no controla presupuestos importantes, es un partido muerto. Un partido sin capacidad para actuar. Por ello, cualquier posición relevante que se pueda ocupar es una bocanada de aire para la visibilidad política del partido, aunque sea mínima. Es lo que quería Unidas Podemos (UP) con el PSOE durante las negociaciones llevadas a cabo durante los intentos de investidura. UP, entrar en el Gobierno para poder recuperar el aire antes de desangrarse y perder toda la relevancia política que tiene. El PP, a nivel canario, debería darse con un "canto en los dientes" al lograr el Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento de Arrecife entre otros pequeños consistorios. Romper esta situación es lo que se llama "un tiro en el pie". Sacrificar los pocos cargos institucionales a nivel insular y municipal de las islas, debido a la oposición que se lleva a cabo a nivel nacional, es una muestra de incoherencia. Más aún, debemos tener en cuenta que la ruptura de estos pactos solo beneficia a un partido, a Coalición Canaria.

La excusa dada a este argumento es que CC puede otorgar al PP la presidencia de algunos cabildos. Pero la realidad es otra, puesto que solo puede ofrecer el de La Palma, Lanzarote o Tenerife (en este necesita el apoyo de un tercer partido). Y, todo teniendo en cuenta que el PP tiene menos consejeros en todos ellos. Es, por tanto, una estrategia que no ofrece incentivos win-win a ambos partidos. Alguno tendrá que perder. Además, en el caso del Cabildo de Lanzarote, este pacto se basa en un incentivo mutuo entre PSOE y PP, donde el PSOE obtiene el Cabildo y el PP la capital, Arrecife. Si se plantea la ruptura del pacto para dar apoyo a CC en el Cabildo y recibirlo en Arrecife, el PP se arriesga a no disponer de margen de maniobra al blindar a CC durante 4 años. Así, romper el pacto con el PSOE en Lanzarote no ofrece incentivos para el PP más allá de los intereses nacionales del partido.

Pero, debe ser que algunos han estado analizando con detenimiento la situación si Astrid Pérez afirmó con contundencia que Egea no le había dado la orden de romper el pacto. Esto demuestra dos cosas: primero, que hay mucho periódico influyente en Lanzarote y en Canarias que deja mucho que desear; y, segundo, que quizá el PP a nivel nacional se lanzó demasiado rápido a menospreciar los pactos con el PSOE en las islas.

Los lectores deben entender que, a veces, no se basa en izquierda o derecha, sino en estar presentes. El PP de las diferentes islas puede que no haya tomado la decisión más acertada desde el punto de vista ideológico, pero sin duda, si lo ha hecho desde el punto de vista político e institucional. Tanto es así que, ahora mismo, el PP está donde otros sueñan con estar, teniendo un menor apoyo electoral. Es lo que se llama "rentabilizar tu posición política".

 

 

Alejandro Pérez O'pray, Ciencias Políticas y de la Administración por la UNED.

 

 

LO MAS LEÍDO