Con la constitución de las Cortes generales, esta mañana en el Congreso y el Senado, hemos dado los primeros pasos para arrancar la XIV legislatura, después del intento fallido de conformar gobierno que nos llevó a la celebración de nuevas Elecciones. El Partido Socialista ya pidió entonces disculpas por la imposibilidad de alcanzar respaldos suficientes para dotar a España de una dirección política que afronte los enormes retos del siglo XXI. Ahora, en esta nueva oportunidad que se abre, confiamos en dejar los bloqueos atrás e investir al ganador de los últimos Comicios, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Presidente de un gobierno justo, solidario, igualitario y sensible respecto a la crisis ambiental planetaria. Las primeras señales no dejan lugar a la duda: el acuerdo inmediato con Unidas Podemos ha mostrado una nueva flexibilidad y capacidad de diálogo que coloca el interés general por encima de la lícita ambición partidista.
La presurosa oferta de acoger la Cumbre del Clima es prueba evidente de la preocupación del todavía Ejecutivo en funciones sobre el impacto del calentamiento global para las vidas de las personas presentes y futuras. Y la designación de dos mujeres al frente de las Mesas del Congreso y del Senado no puede sino interpretarse como la apuesta decidida por la Igualdad en todos los ámbitos, también en el espacio de poder donde menos representación alcanzan las mujeres, el politico.
Quienes se llenan la boca de España deben entender el daño que ocasiona la interinidad del Gobierno. Hay que tomar decisiones urgentes ante un mercado laboral que empieza a ofrecer síntomas de debilidad, ante una realidad migratoria que exige atención permanente, ante los nuevos datos del informe PISA que confirman que la educación de nuestros jóvenes no marcha como debiera, ante la cifra de feminicidios, que sigue escalando cada día.
Señores y señoras representantes electos del bloque de la Derecha: Hagamos la política donde corresponde, en las Cámaras del Congreso y el Senado, hagámoslo con responsabilidad hacia la comunidad que nos ha delegado el compromiso de trabajar para atender sus demandas y paliar sus dificultades. Respeten el resultado electoral y trabajen para darle un vuelco en la próxima cita con las urnas. Y mientras tanto, no estrangulen las oportunidades de nuestra joven Democracia ni la coloquen en manos de quienes solo quieren una independencia retrógrada e insolidaria, que nos satura y nos impide prestar atención a los problemas generales de la ciudadanía.