Ánimo y a por ello

20 de junio de 2016 (11:27 CET)

"Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". (Abraham Lincoln).

Estos próximos comicios legislativos del 26 junio, que muchos ciudadanos esperamos tremendamente ilusionados como las elecciones del auténtico cambio, deben significar un punto de inflexión que impulse la construcción de un modelo socioeconómico alternativo para el Estado que apueste por una mejor y justa distribución de la riqueza.

Tenemos que combatir todos juntos un modelo económico desarrollista, despilfarrador que lo que ha hecho es crear paro y más paro, aumentando la precarización y degradación de los servicios públicos, desmantelando los derechos laborales y sociales de los trabajadores.

Tenemos que cambiar entre todos un modelo de gestión política, que institucionaliza el pelotazo y la especulación; donde el engaño y desprecio a los ciudadanos es absoluto. Donde los corruptos se resisten al control democrático por parte de la ciudadanía; que está deteriorando de forma creciente el nivel y la calidad de vida de la mayoría de los ciudadanos.

Apostamos por implantar un modelo de gestión política que resuelva los problemas importantes de los ciudadanos, donde la participación ciudadana real, cómo no, con presupuestos participativos, la transparencia en la gestión política, la defensa al medio ambiente, el bienestar de los ciudadanos, el respeto a las minorías, el respeto a decidir de los pueblos, la defensa de lo público, la ética política, la ayuda a los excluidos y la justicia social, sean el eje central de la política.

Nos presentamos ante una oportunidad inmejorable para llevar las ideas de transformación social a la práctica, vertebrando las aspiraciones de cambio de una mayoría social. Una mayoría social con nuevas demandas políticas que implican sobre todo nuevas formas de entender la política, más cercana, más cotidiana y más participativa, un cambio en el funcionamiento de los partidos políticos, cobrando importancia los métodos de participación y deliberación, de selección de representantes y de rendición de cuentas, que exigen realidades organizativas más abiertas, inclusivas y pluralistas.

Es un momento político importante desde el punto de vista de la ciudadanía porque estamos ante una oportunidad de carácter histórico que tenemos que saber aprovechar, porque se puede configurar un cambio político real con una mayoría electoral a corto plazo y una mayoría política y social en el largo plazo. Y poder así, acabar con los recortes, la corrupción institucionalizada, y poder recuperar derechos sociales, de igualdad, de solidaridad, de democracia real y participativa, etc.

La ciudadanía no puede estar cuatro años más de gobierno al servicio del recorte de lo público y la devaluación de los trabajadores. Sería una irresponsabilidad política difícil de explicar que desaprovechásemos este momento histórico, propicio para desalojar democráticamente de una vez por todas a las élites caciquiles de las instituciones (congreso y Senado).

Este cambio podría ser posible si la ciudadanía y las fuerzas políticas que apuesten por el cambio real agrupados en torno a Unidos Podemos intentemos desmontar las perversas estrategias del miedo basadas en las mentiras que encarnan (PP, PSOE, C's y CC). Están tan comprometidos con la mentira que no les importa entrar en una disparatada carrera de despropósitos con el único objetivo de lograr notoriedad a cualquier precio, incluso a costa de su credibilidad.

Los ciudadanos deben saber que tanto (PP, PSOE, C's y CC) forman parte del partido orgánico de la clase dominante, la burguesía, que aunque tenga diversas formas y parezcan cosas distintas, a la hora de la verdad se une en unos intereses comunes: los intereses particulares de ciertas élites y grandes capitales.

En nuestras manos está defender desde el compromiso político una opción de cambio a nivel estatal que nos permita transformar nuestra sociedad y alcanzar la justicia social. Unidos Podemos representa la reacción democrática contra los que, con descaro, nos roban mientras nos dirigen a un abismo social.

Partiendo de la base de que la política es el servicio a la ciudadanía y los intereses del común, debemos hacer de Unidos Podemos un instrumento para mejorar la realidad y no servir a los intereses particulares de una minoría y en contra del interés general de los ciudadanos.

Ya no hay vuelta atrás: o una vieja maquinaria inservible y corrupta que representa los partidos políticos de siempre o una ciudadanía consciente y organizada, que se dispone a cerrar un ciclo de mal gobierno. El vecino de a pie toma la palabra, o mejor, toma la papeleta y decide donde puede: en las urnas. ¡Participa del cambio!.

 

Por Manuel Plasencia, miembro de la coordinadora insular de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo.

 

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