Amor López, de investigadora biomolecular en Madrid a bodeguera innovadora en Lanzarote

La bodeguera conejera aplica su formación científica a la elaboración de vinos de guarda en Lanzarote en su bodega familiar de Tao, que ha relanzado bajo el nombre 'Erupción'

EKN

10 de febrero de 2024 (08:10 CET)
Amor López, propietaria de la Bodega Erupción en Lanzarote
Amor López, propietaria de la Bodega Erupción en Lanzarote

La lanzaroteña Amor López estudió biología y enología y trabajó varios años en Madrid en el ámbito científico, pero siempre supo que su trabajo soñado le esperaba en la isla.

En 2021, la pausa de la pandemia le permitió relanzar la bodega familiar con el nombre Erupción, y con la ayuda de su padre, elabora en la actualidad vinos blancos y tintos que envejecen con solera. 

En una entrevista con el espacio radiofónico Más de Uno Gourmet de Radio Lanzarote, López relata su experiencia emprendedora y cuenta cómo elabora sus caldos. 

 

  • Tu relación con el mundo del vino te viene de familia, ¿no es así? 

Desde que era pequeña he vivido las vendimias con la familia en el lagar de mis abuelos. Jugábamos, pisábamos la uva… y a medida que iba haciéndome adulta, iba viendo el valor que había alrededor de todo eso, no solo de cultura y tradición, sino también de nuestro estilo de vida. 

 

  • ¿Cómo llegaste a hacerte con las riendas de la bodega?

Estudié biología y enología y estuve en una bodega de Zamora. Todas las añadas intentaba ayudar a mi padre en Lanzarote en cada vendimia, aunque tuviera otra profesión en Madrid, adonde me vine a estudiar y a trabajar.

Cuando llegó el covid, estuve en Lanzarote una temporada teletrabajando y mirando el cielo limpio y azul y teniendo en cuenta lo que teníamos en casa, pensé que era un momento importante para dejar aquella actividad profesional y dedicarme en primera persona al cien por cien al vino.

 

  • ¿Cuándo empezaste con la bodega?

Constituí la bodega Erupciones en mayo del 2021 y me puse en contacto con proveedores de Italia, de Portugal, de Francia, de Alemania… todos con plazos de entrega de 18, 24 y 36 meses. La vendimia era en agosto.

Tuve la suerte de que uno de mis proveedores, que traía los tanques a medida, se comprometió y el 27 de julio llegaron los tanques al puerto de Arrecife, el 29 de julio ya tenía todo preparado.

 

  • ¿Cómo ha sido el cambio?

Es verdad que estudié enología, pero hace muchos años, y me he dedicado a otras cosas. En un primer momento mi orientación profesional estaba en el ámbito científico. Estuve en el Centro de Investigaciones Biológicas de Madrid. Trabajé en biología molecular, microbiología clínica y luego en la industria farmacéutica.

Pero cuando la gente me preguntaba, yo les decía que mi verdadero trabajo me esperaba en Lanzarote porque yo ya en mi mente lo tenía dibujado. Lo tenía pensado, pero me faltaba que llegase el momento adecuado para tomar la decisión.

 

  • ¿Cómo reaccionó tu padre cuando le dijiste que serías la tercera generación de bodegueros?

Mi padre siempre me ha apoyado. Él lleva más de 50 años dedicándose a la viticultura, a hacer su vino y para él fue una emoción grandísima ver que yo daba este paso.

Está ayudándome mucho, de él aprendo las tradiciones, la autenticidad que tiene este paisaje, cosas que no se encuentran descritas en ningún libro. En nuestro viñedo no hay empleados, somos mi padre y yo. 
 

  • ¿Cómo surge la idea de llamar a la bodega Erupción? 

La viticultura de Lanzarote no tendría sentido si no hubiese habido estos episodios volcánicos durante seis años consecutivos, de 1730 a 1736, que dieron lugar al paisaje que conocemos hoy, sobre todo en la zona de La Geria.

Hubo otros focos posteriores, como en 1824, en la localidad de Tao, donde está nuestra bodega y gran parte de nuestros viñedos. Por eso quise llamarla Erupción 1824, pero a la hora de registrarla en marcas y patentes me aconsejaron que omitiese la fecha, que podía dar más problemas a la hora de registrarla.

López sostiene dos botellas de sus vinos
López sostiene dos botellas de sus vinos

 

  • Y los volcanes también están presentes en el nombre de tus vinos…

Sí, en su nombre hay referencias al mundo de la vulcanología. Los blancos se llaman ‘milagro de magmacia’, en referencia al milagro que del magma, la malvasía haya sido y sea, la variedad blanca dominante de la isla.

‘Luz de obsidiana’ hace un guiño al material volcánico que los guanches utilizaron en sus tiempos para  las puntas de sus armas, y al nombre de mi abuela, que se llamaba Luz.

La obsidiana tiene un color que me recuerda mucho al color de la piel del listón negro, la variedad con la que he elaborado este tinto.

 

  • Y son vinos que envejecen bien…

La mayor parte de nuestros vinos en Lanzarote son jóvenes, con esa frescura y carácter que tiene la malvasía, una variedad muy aromática y tropical.

Siempre pensé en un vino de guarda, que pudieses seguir disfrutando, no solamente en la añada posterior a la elaboración.