A lo largo de sus 247 años de historia, El Grifo ha hecho frente a la erupción de un volcán, la escasez de agua, los fuertes vientos alisios y la dificultad de mecanización, lo que ha impreso en el ADN de la bodega valores como la valentía y la resiliencia.
Su último hito histórico, único a escala europea, es adelantar la vendimia (en Lanzarote tiene lugar entre julio y agosto) y realizarla antes que en ningún punto del hemisferio norte, concretamente entre la última semana de marzo y la primera de abril.
Las razones están estrechamente vinculadas con ese carácter propio de la bodega, así como con la investigación y la ciencia, es decir, con el análisis realizado por los enólogos Jorge Rodríguez y Lorena Díaz, y el asesor Xabier Kamio.
Con el fin de ampliar conocimientos sobre viticultura en la isla, el equipo técnico ha llevado a cabo una experiencia en una parcela situada en cotas bajas de la isla para conocer el ciclo activo de la viña durante el invierno.
El objetivo es proteger el viñedo frente al cambio climático en un futuro cercano debido al aumento de temperatura al que se están viendo sometidas diferentes zonas vitícolas en Lanzarote; intentar mantener unos sistemas de cultivo de la viña únicos, prefiloxéricos y patrimonio de la humanidad; trabajar en la búsqueda continua de soluciones para los viticultores y crear conocimiento para las generaciones futuras.
En la historia de El Grifo es clave el papel de los viticultores, como el responsable de la parcela, Francisco Raimundo García, con una trayectoria profesional de más de 25 años, de quien partió la idea del proyecto.
La parcela se sitúa en la localidad de Playa Quemada, en el término municipal de Yaiza. Es la más cercana al mar que posee actualmente El Grifo, a 1.950 m en línea recta del Atlántico. Por tanto, Finca Playa Quemada resultó idónea para el estudio por hallarse en cotas bajas de la isla, donde las temperaturas sufren muy poca variación pudiéndose desarrollar el ciclo de cultivo durante los meses de invierno.
Gracias a este proyecto se han extraído firmes conclusiones a favor de la sostenibilidad mediante la reducción del consumo de recursos naturales, por ejemplo, menor consumo de recursos hídricos por parte de la planta dado que son las estaciones más frescas y menor utilización de fitosanitarios dado el menor desarrollo de plagas y enfermedades. Se ha conocido en profundidad el ciclo activo de la viña durante el otoño e invierno, pudiéndose cambiar éste y obtener uva de vinificación con mayor potencial aromático y frescor, es decir, produciendo vinos más frescos, con mayor potencial enológico y adaptados a los nuevos horizontes del cambio climático aprovechando las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de la vid que se dan en Lanzarote en otoño e invierno.
No solo eso, sino que además el proyecto Finca Playa Quemada permitirá producir la primera cosecha de uva de vinificación de Europa durante el ciclo de reposo vegetativo natural de la vid, al igual que en otras zonas del mundo, como India, donde existen bodegas que han cambiado su ciclo vegetativo con el fin de evitar la sobre maduración de la uva. Sin olvidar que otra premisa clave de esta bodega en manos de hombres y mujeres audaces es la búsqueda continua de vinos únicos, emocionales y profundamente ligados a la cultura de Lanzarote. En este caso, el equipo técnico de El Grifo perseveró en el proyecto con el anhelo de obtener un vino fresco en uno de los lugares más desérticos de la isla.
El esperado fruto de una vendimia histórica será una pequeña producción de Malvasía Volcánica única, que habrá marcado un antes y un después, sin duda, en el sector vitivinícola de España y Europa.