El elevado porcentaje de paro juvenil continúa siendo uno de las principales preocupaciones del sistema económico español. Y es que nuestro país encabeza los rankings de desempleo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Concretamente, el paro entre los ciudadanos españoles menores de 25 años se sitúa en un 38,6%, superando a naciones como Italia (35,5% de paro joven) o Grecia (30%), y triplicando la tasa media de la OCDE para julio del presente curso (11,9%).
Con el objetivo de poner solución al problema, recientemente el Parlamento Europeo aumentó en 500 millones el presupuesto de la iniciativa europea para el empleo juvenil. Un apoyo continental a la empleabilidad, al cual acompañan otras estrategias estatales o privadas, que en los últimos años se han revelado esenciales. Es el caso del denominado Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE), enmarcado en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil y gestionado desde las Cámaras regionales.
Gracias a dicho programa, durante los siete primeros meses del presente curso un total de 544 jóvenes logró acceder a un puesto laboral. De ellos, 144 usuarios estaban inscritos en la Cámara de Valencia, 103 en Castilla-La Mancha y 84 en Andalucía; las provincias donde el PICE fue más exitoso en lo que a inserción respecta.
A nivel general, teniendo en cuenta sus anteriores datos, representa un elogiable empujón al empleo joven el PICE: desde su arranque en 2015, 1.631 de sus beneficiarios (entre 16 y 29 años) han encontrado un trabajo. No obstante, son muchos más los inscritos en el programa: 61.554 jóvenes que han podido disfrutar de sus distintas acciones. Entre ellas: la Orientación Vocacional, que hasta la fecha ha tenido casi 60.000 participantes; una Formación Troncal, por la que han pasado 27.200 jóvenes; y una Formación específica, finalizada por más de 17.600 inscritos.
Las estrategias antes mencionadas forman parte del llamado Plan de Capacitación, que persigue adaptar la formación del joven tanto a la demanda empresarial como a sus propios intereses. A este se sumarían una serie de prácticas en alguna de las 3.100 empresas asociadas al PICE. Aquellas localizadas en nuestro país han recibido la visita de más de 5.600 usuarios del programa, acompañados por técnicos de las Cámaras regionales. En este sentido, el PICE favorece la contratación de jóvenes con ayudas de hasta 4.950 euros a empresas.
Otras muchas compañías se encuentran en países de la Unión Europea y articulan una acción que recibe el nombre de Plan de Movilidad. Asimismo, el programa facilita el emprendimiento de sus beneficiarios con subvenciones de hasta 1.800 euros, destinadas al inicio de la actividad empresarial.
Con todo, aquel joven que desee descubrir las oportunidades que le brinda el PICE tan solo tendrá que darse de alta en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil. Para ello, debe cumplir los siguientes requisitos: no tener menos de 16 ni más de 30 años de edad, y no haber trabajado ni recibido acciones educativas un día antes de efectuar la solicitud.