Bernardo Huerga, profesor de carrera, es miembro del comité de empresa de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y liberado del sindicato ANPE (el más grande del país en la docencia) para la provincia de Las Palmas.
En una entrevista con Ekonomus explica las razones por las que los docentes evitan las islas no capitalinas como Lanzarote, a pesar de que en ellas se cobran los mayores salarios del país.
“En Lanzarote hay en la actualidad unos 2.400 docentes, de los que aproximadamente 1.250 son interinos”, explica Huerga.
El salario más alto del país en su gremio
El sueldo bruto que reciben maestros y profesores en las islas no capitalinas de Canarias es el más alto del país entre los docentes, gracias precisamente al complemento por la doble insularidad.
Por ejemplo, un maestro que se acaba de incorporar en Lanzarote, sin antigüedad, cobrará 2.945,87 euros brutos al mes, antes de las deducciones como la contribución a la Seguridad Social o el IRPF del 21%.
Ese montante se compone de sueldo base (1.147,35 euros); complemento de destino (574,18 euros; complemento específico de la comunidad autónoma ( 782,84 euros); complemento de residencia en isla no capitalina (467,39 euros).
“Al final, el sueldo neto mensual de un maestro en Lanzarote sin antigüedad se queda en unos 2.000 euros al mes. En Gran Canaria o Tenerife serían en torno a 1.800”, concreta el sindicalista.
Los números para un profesor de secundaria que empieza en Lanzarote son ligeramente más altos, ya que “el neto se queda en unos 2.150 euros, unos 1.900 en las capitalinas”, según explica Huerga.
Conexiones y vivienda
Por eso, los “docentes originarios de Gran Canaria, si no pueden quedarse en su isla, generalmente no eligen Tenerife” si no tienen casa allí, y lo mismo ocurre en sentido contrario.
“Prefieren ir a islas no capitalinas. Los que prefieren el barco eligen el sur de Fuerteventura y evitan Corralejo, los que prefieren el avión eligen Lanzarote, donde evitan Playa Blanca, que al margen de La Graciosa, es el que más tarda en cubrir sus plazas”.
Hay dos momentos clave para que los docentes se incorporen a sus puestos. Primero la adjudicación de destinos del verano y en segundo lugar los nombramientos diarios que se producen a partir de septiembre.
Huerga explica que las renuncias se producen por muchos motivos. A menudo porque algunos docentes olvidan reducir el ámbito geográfico a las islas de su interés y terminan renunciando cuando les asignan una isla a la que no quieren ir.
“Las islas con más renuncias son La Gomera, El Hierro e incluso La Palma, por sus peores conexiones con la península”, explica Huerga.
No hay datos oficiales pero el sindicalista de ANPE cree que “aproximadamente un 20% de los docentes en Canarias son originarios de la península. En el año 90 eran en torno al 60%, antes de que se abrieran las universidades canarias”.
"Lanzarote tiene más renuncias que Fuerteventura"
“Lanzarote tiene buenas conexiones con la península, pero tiene desde luego más renuncias que Fuerteventura. El problema de Lanzarote es la dificultad de encontrar vivienda. Cuando los docentes llegan a Lanzarote se encuentran con la sorpresa de unos precios desorbitados”, explica el sindicalista de ANPE.
“Primero van a un hostal o a un hotel, mientras buscan piso, pero los precios hacen que muchos se encuentren compartiendo vivienda con habitaciones que no bajan de los 400 euros. Lanzarote es ahora mismo la isla más cara de Canarias para un profesor”, abunda.
“En La Gomera, El Hierro y La Palma no hay tanto problema para encontrar vivienda. Lanzarote sin duda de todas las islas es la que más problemas tiene a la hora de encontrar una vivienda, sobre todo a un precio asequible”.
Así, en Lanzarote, el alto precio de los pocos alquileres disponibles es más relevante que en las demás islas para los docentes a la hora de evitar la isla o renunciar, y eso que implica “una penalización de un año sin nombramiento en la lista”.
Preguntado por la falta de profesores auxiliares en Lanzarote, Huelga explica que “efectivamente hace falta muchos docentes que tengan audición y lenguaje, que tengan pedagogía terapéutica habilitada”.
“El alumnado con necesidades específicas se ha duplicado desde la pandemia”. En Lanzarote son ya el 30% del alumnado, en la media de Canarias.








