La compra de vehículos siempre se ha considerado la opción más importante a la hora de adquirir un automóvil para poder desplazarse. Tanto particulares como profesionales necesitan automóviles para su día a día, sea para tareas rutinarias o para cuestiones de trabajo. Sin embargo, en los últimos años se ha descubierto que hay una alternativa mucho más interesante que la compra: el renting.
Un modelo de negocio que apuesta por alquilar vehículos en lugar de comprarlos, vinculando todos sus gastos a una cuota única que puede abonarse de forma mensual, trimestral o incluso anual. Este fenómeno ha ido creciendo paulatinamente, aunque en España se ha podido ver cómo se disparaba el renting de furgonetas. ¿Por qué precisamente estos vehículos y no otros? Las razones son bastante lógicas, y vamos a analizarlas.
Las claves del éxito del renting de furgonetas en España
El principal motivo que ha disparado este modelo en nuestro país es la comodidad. A diferencia del modelo de compra, en el renting solo tienes que buscar el modelo que necesitas, contratarlo para el periodo que busques y pagar la cuota correspondiente. La mayoría de negocios del sector, como hace la empresa canaria de renting Xtravans, te facilitan la furgoneta en el menor tiempo posible, con una serie de garantías y coberturas que dan un extra de tranquilidad.
Algo que, para los profesionales, resulta especialmente interesante. El 50% del renting en España viene de autónomos y particulares, y el motivo más importante en ambos casos es diferente: para los primeros, tienen a su disposición un vehículo ideal para transportar equipo o incluso viajar con otros autónomos para llevar a cabo proyectos, pudiendo desgravar tanto el combustible como el importe de las cuotas de renting. ¿Y para los particulares? El hecho de no tener que preocuparse por seguros o reparaciones es el gran aliciente.
Y es que el renting de furgonetas cubre todos los gastos de mantenimiento y reparación, incluyéndolos en la cuota a abonar. El usuario del vehículo solo tiene que preocuparse de pagar cuando corresponda, ya que tanto el seguro como todo lo demás, salvo repostajes, corre a cargo de la empresa encargada del renting.
Las furgonetas, por lo general, suelen ser más caras que los coches utilitarios normales. Una barrera que dificulta el acceso a este tipo de vehículos sobre todo a los profesionales que están empezando. Sin embargo, con el renting esa barrera se elimina por completo. Es un gasto que además vuelve al poder desgravar a nivel de impuestos, lo que no hace más que facilitar las cosas.
La flexibilidad para poder renovar el vehículo cuando sea necesario, la tranquilidad de saber que siempre hay un equipo disponible para solventar cualquier problema o llevar a cabo reparaciones y, sobre todo, el no tener que preocuparse por los gastos habituales de mantenimiento de un automóvil. Todo eso es lo que ha impulsado el renting de furgonetas en España, aunque también ha hecho que el renting en general se vea como una opción cada vez más atractiva frente a la compra.