UGT apoya las quejas del dueño y advierte de las repercusiones del cierre

"La única solución que me queda es cerrar Harinera Lanzaroteña, pero la va a cerrar el Gobierno de Canarias, no el mercado"

"La única solución que me queda es cerrar la empresa. O se quita la subvención al transporte o tendré que acabar con esta industria. Y la cierra el Gobierno de Canarias, no el mercado". Así de ...

13 de diciembre de 2011 (18:33 CET)
La única solución que me queda es cerrar Harinera Lanzaroteña, pero la va a cerrar el Gobierno de Canarias, no el mercado
La única solución que me queda es cerrar Harinera Lanzaroteña, pero la va a cerrar el Gobierno de Canarias, no el mercado

"La única solución que me queda es cerrar la empresa. O se quita la subvención al transporte o tendré que acabar con esta industria. Y la cierra el Gobierno de Canarias, no el mercado". Así de contundente se muestra Agustín Márquez, dueño de la empresa Harinera Lanzaroteña, que lleva más de 60 años funcionando en la isla. "Es una muerte anunciada, o se cierra en enero o se tendrá que cerrar en abril", lamenta.

Márquez lleva más de dos años advirtiendo que las subvenciones al transporte de mercancías están "matando" a Harinera Lanzaroteña. Y, por eso, exige que se retire este ayuda a la mercancía que viene de otras islas y se implante "la libre competencia".Además, en esta ocasión parece que el cierre es "inminente". "Tendré que cerrar antes de arruinarme, porque si no no voy a poder pagar las indemnizaciones a los trabajadores", señala el propietario de esta empresa.

Harinera Lanzaroteña se ha visto obligada a despedir a cuatro trabajadores directos este año y a dos autónomos, a los que también se les tuvo que rescindir el contrato. "Ahora tengo sólo 8 trabajadores y también se han perdido muchos empleos indirectos", señala Agustín Márquez.

El dueño de Harinera Lanzaroteña cree que la aplicación de estas ayudas al transportes es "abusiva", porque el Gobierno de Canarias las concede "de forma diferente" dependiendo de cada isla. Así, mientras que entre las islas capitalinas, es decir, Gran Canaria y Tenerife, se ayuda hasta en un 50 por ciento el coste del transporte para no fomentar la competencia desleal entre ambas islas, entre Gran Canaria y Lanzarote la subvención es del 100 por cien, pese a que en la isla conejera también existe una empresa harinera.

En resumen, las empresas de harina de Gran Canaria no tienen que pagar el transporte a Lanzarote y esto perjudica a la compañía conejera, que queda en una situación de desigualdad.

El apoyo de UGT

Harinera Lanzaroteña cuenta con el apoyo de UGT en Lanzarote, que este mismo martes ha enviado un comunicado para denunciar el posible cierre de esta empresa. El secretario general de UGT en la isla, César Reyes, se reunió esta semana con la dirección de Harinera Lanzaroteña para analizar la situación de esta industria.

"La desaparición de una de las pocas empresas del sector industrial que aún existen en la isla tendría, además de efectos negativos en el empleo, importantes repercusiones socioeconómicas derivadas del desmantelamiento de la escasa producción industrial y el encarecimiento de la cesta de la compra", denuncian desde e sindicato.

Desde UGT Lanzarote señalan que el aumento de los precios de los productos derivados de esta industria, supondría "una mayor dependencia exterior de otras islas". "Todo ello motivado por una competencia desleal provocada por el injusto sistema de subvenciones al transporte de mercancías que de forma irregular conceden el ejecutivo autonómico y el Estado y que benefician las industrias de las islas capitalinas en detrimento del tejido productivo de la islas menores", indican.

Para César Reyes, el posible cierre de Harinera Lanzaroteña muestra "una vez más la falta de voluntad de los representantes públicos regionales y nacionales de Lanzarote, que han hecho oído sordos a las constantes advertencias de la desaparición de esta compañía y la incompetencia para mantener una actitud firme en la defensa de los intereses de Lanzarote".

"La sumisión a los intereses de las grandes compañías de Gran Canaria y Tenerife y la falta de apuesta por la tantas veces anunciada diversificación económica, desembocará en la agonía de una muerte anunciada para el sector industrial de la isla", advierte César Reyes.

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