Canarias suma cuatro positivos, treinta y cinco altas y un fallecido en las últimas 24 horas

En las islas 1.258 personas han recibido el alta tras superar el coronavirus

6 de mayo de 2020 (23:24 CET)

Canarias ha registrado hasta el momento un total de 2.235 casos acumulados de COVID-19, lo que supone cuatro más que el martes cuando había 2.231, y un leve incremento del 0,17%. Del total de casos, 833 continúan activos. Con datos cerrados a las 20.00 horas, en las islas 1.258 personas han recibido el alta tras superar el coronavirus, casi nueve veces más que el número de fallecidos, que ya alcanza los 144.

Según datos del Ministerio de Sanidad, un total de 920 personas han precisado hospitalización en Canarias al dar positivo por coronavirus, de las que 176 han requerido ser ingresadas en unidades de cuidados intensivos. Un total de 22 personas que han dado positivo al COVID-19 aún permanecen en UCI y 77 se encuentran en planta, mientras que 736 positivos están en sus casas.

De los positivos registrados por el virus, que afecta ya a unos 55 municipios, 1.217 son mujeres y 1.018 son hombres. El número de profesionales sanitarios contagiados por COVID-19 desde el inicio de la crisis es de 583. El SCS cuenta con 31.000 trabajadores, lo que supone el 1,86% del total.

Este miércoles se ha comunicado desde la Gerencia de Servicios Sanitarios de La Palma tres contagios más entre sus profesionales que serán notificados en la estadística de este jueves. Con estos tres nuevos casos, el porcentaje de positivos sería del 1,89 por ciento del total de trabajadores del SCS, que asciende a 31.000 empleados.

Según los datos epidemiológicos de los que se disponen en las islas, 35 personas han sido dadas de alta en las últimas 24 horas y se ja registrado un fallecimiento.

Además, el Servicio Canario de la Salud ha realizado hasta este miércoles 75.388 pruebas PCR (Reacción en Cadena de Polimerasa) para el diagnóstico del Covid-19 a 61.823 personas.

La Consejería de Sanidad reitera la importancia de mantener al máximo el confinamiento para evitar que las personas más vulnerables puedan enfermar. Es el caso de pacientes inmunodeprimidos, diabéticos, personas con enfermedad cardiovascular crónica, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica o neuromuscular o personas con cáncer.

 

 

 

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