El 14 de febrero Primitivo y Jonatan decidieron pasar el día pescando. Eligieron la zona de Las Maretas. Se les dio bien y regresaron a casa con buenos ejemplares. Quizás por eso el lunes Jonathan envió un mensaje a su amigo para planificar la siguiente salida. Decidieron que el 21 de febrero, de nuevo sábado, sería un buen día para volver al mismo rincón de Yaiza y echar sus cañas al mar. El viernes, nuevo intercambio de SMS para quedar y para comunicar a Primitivo que un amigo de Jonatan los acompañaría en su día de pesca.
Madrugaron. Quedaron a las ocho y media de la mañana, recogieron al tercer componente del grupo, Pedro, y de camino pararon en el supermercado de Yaiza para comprar unos bocadillos. Escribían el guión de un día normal que finalmente acabaría con un dramático final y con ellos mismos como protagonistas de la tragedia: Jonatan ahogado, Primitivo en el hospital y Pedro consternado.
El joven de 30 años que logró vencer la bravura del mar cuenta a La Voz de Lanzarote, desde el hospital, qué ocurrió ese día, el día en el que perdió a su mejor amigo. Esta es la auténtica crónica del suceso, la del superviviente: "Llegamos a la zona. El día estaba buenísimo. No había ni viento pero sí bastantes olas, grandísimas. Fondo de mar. Un reboso. Lo estuvimos pensando: 'Chacho, pescamos o no pescamos'. Al final nos decidimos. Pensamos que, como las cañas son grandes, no tendríamos problema. Cogimos un peñón, un saliente de tierra, cinco metros sobre el mar. Comprobamos que la zona estaba seca: eso significaba que las olas no habían llegado hasta allí, que era una zona segura. Estuvimos una hora. Cogimos varios pescados. Una ola me mojó, porque yo era el que estaba más adelantado. Me dijeron que me echara hacia atrás y me fui hacia ellos. Entonces hicimos una parada para comer. En aquel momento vinieron tres chicos y se pusieron a pescar a cincuenta metros de donde estábamos nosotros. Empezamos a pescar otra vez, serían las doce. Vino la primera ola y nos pilló por detrás. Al estar en un peñón, rompió contra la tierra y rebotó contra nosotros. Tiró parte de los pescados y dos cañas. Agarré a Jonatan para marcharnos de allí pero en milésimas de segundo llegó la segunda ola y nos llevó al agua".
"No me di ni cuenta. De repente estaba en el agua. Vi mis zapatos flotando. Los de Jonathan también. Estaba a dos metros de mí. Nos miramos. Y esa mirada no se me quita de la cabeza. Nunca olvidaré su última mirada. Tenía una cara de asustado, el pobre. Fue la última vez que lo vi porque me hundía, salía y me volvía a hundir. Los chicos que estaban pescando a 50 metros dieron el aviso. Cuando llegó un barco, que pescaba por la zona, llevábamos una hora y veinte minutos en el agua. Aguanté nadando hacia fuera, como me decían los chicos que estaban en tierra. Debería haber un helicóptero de emergencias en Lanzarote. Debería haber al menos uno. Yo no sé de dónde venía el que llegó después, de Las Palmas o de Fuerteventura. Mientras estaba en el agua veía a muchos agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local pero no fueron capaces de tirar una garrafa de agua vacía o algo. Me gritaban que estuviera tranquilo. Pero sólo me hablaban a mí. Me di cuenta de que sólo me hablaban a mí. Yo también les gritaba. Uno de los agentes municipales tenía un amigo en el barco y lo llamó al móvil. Por eso llegaron. Fue algo totalmente improvisado. Si no llega a ser así, si no llega a ser por ellos, no sé qué habría pasado. Me subieron por una rampa. Unos minutos después subieron el cuerpo de Jonatan, sobre mis rodillas. Estaba muerto. En ese momento rompí a llorar. Poco después llegó el helicóptero (en alusión al del Grupo de Emergencias y Salvamento)".
Ése es el fin de la historia. El principio del drama. Jonatan, de 30 años, perdía la vida y decía adiós a sus padres, su hermana y su novia. También a su mejor amigo. Ahora la familia de este último intenta compaginar la alegría, porque Primitivo salvó la vida, con el terrible disgusto por la pérdida de Jonatan. No es fácil.
Primitivo se rompió una muñeca, tiene puntos en una oreja y golpes e incisiones en las piernas. Esas heridas ya han empezado a curarse pero hay otra que tardará mucho tiempo en cicatrizar. No obstante, Jonatan era el mejor amigo de Primitivo. Se conocieron con 18 años, haciendo la mili, en Arrecife. Allí empezó a fraguarse una amistad de doce años que hace que el trance esté resultando especialmente difícil para el superviviente. Cuando habló con La Voz, estaba deseando salir del hospital. Quería abrazar a los padres, a la hermana del fallecido. Quería ir a El Golfo, a dar las gracias a los pescadores que lo rescataron. Lo hará en los próximos días, unos días en los que se repetirán, como dice su madre, Emilia Machín, las pesadillas: "No se lo quita de la cabeza. Ninguno nos lo quitamos de la cabeza".
En Las Maretas, donde perdió la vida Jonatan, también falleció hace varias semanas una ciudadana chica, arrastrada al mar por una ola. Los técnicos de Seguridad y Emergencias consideran que es una zona de alto riesgo.
El hijo, el hermano, el novio y el amigo
Jonatan, lo dice Primitivo, era muy amigo de sus amigos. Una buena persona que se ganaba la vida como cocinero en un hotel de Puerto del Carmen y al que le gustaba la informática. Tenía su propio gimnasio montado en casa, porque sus horarios le impedían acudir a un centro deportivo con su gran amigo. Pero su tiempo no era sólo para el trabajo y para sus aficiones. También era para su novia, Jennifer.
Su pérdida ha provocado un goteo constante de comentarios en la página web de La Voz de Lanzarote. Amigos, primos? incluso su hermana y su novia han querido recordarlo.
"Cada día que pasa se me hace muy difícil estar sin ti mi vida, ya que para mí lo eras todo. Eras un encanto de persona, supercariñoso. Siempre estabas pendiente de mí y preocupándote para que no me pasara nada malo. Y ahora mismo me siento sola y vacía ya que contigo se fue parte de mi corazón, como tú bien me decías: mi vida es tu vida, no me hagas desprenderme de ella. Te quiere mucho, tu novia. Jennifer".
"Decirte hermanito que tu hermana te quería mucho y que siempre te llevará en su corazón y que algún día todos nos reuniremos contigo. Cuidaré de tus padres e intentaremos salir porque tú no hubieras querido que estuviésemos mal. Eras una maravillosa persona, tan buena, siempre pendiente sobre todo de mami. Tranquilo que yo cuidaré de ella y de papi. Se ha ido una parte de mí en ti, estoy vacía, pero me queda el recuerdo tan lindo tuyo y tengo que luchar y ser fuerte. Gracias a todo el mundo que ha escrito aquí. Gracias al señor que rescató a mi hermano. Te quiero Jonatan, por siempre jamás en mi mente, vida y corazón. Tu hermana, Tania".