La Asociacion Ademal ha hecho público que "varias trabajadoras" de una tienda y clínica veterinaria de de Arrecife, entre las que se encuentra la propia veterinaria, la enfermera (ATV) y una dependienta, han demandado a los propietarios del establecimiento "por presuntamente ordenar la muerte de varias cobayas enfermas de sarna que fueron arrojadas contra la pared por otra trabajadora".
Según señalan desde la asociación, "durante semanas, fueron grabando vídeos y audios que han sido aportados a la denuncia ante el Seprona y el Colegio de Veterinarios". "En los mismos se puede comprobar cómo utilizaban medicamentos caducados y trataban animales que morían, posiblemente, por esta causa, según el informe de las necropsias realizadas por esta veterinaria preocupada por el alto ratio de muertes en la tienda", añade.
Ademal afirma que las denunciantes también han aportado documentos gráficos "donde se observa cómo se introducían alimentos orgánicos en el congelador para matar los gusanos e insectos que tenían en su interior, producto que ya había pasado la fecha de caducidad".
Asimismo, acusan a los gerentes de presuntamente "vender medicamentos sin receta y de exponerlos en tienda sin estar permitido".
En la denuncia, también hacen constar "la suciedad e insalubridad de la trastienda donde se hacinaban, entre excrementos, numerosos animales para la venta que, según estas trabajadoras, eran alimentados, supuestamente, con pienso en mal estado, lleno de gorgojos y maloliente".
Además desde la asociación explican que "una de las trabajadoras que, sin ser veterinaria, estaba ocupando el puesto de ésta durante el periodo de vacaciones, tuvo problemas con la empresa ya que se negaba a vacunar y a realizar otros trabajos que no le correspondían en ausencia de la titular "."Por este motivo tuvo que causar baja debido a una crisis de ansiedad provocada por la situación de tensión con la gerencia", apuntan.
Por último, desde Ademal señalan que esta trabajadora "también aporta a la denuncia el parte médico, donde se reflejan las secuelas que la sarna contraída en la tienda ha dejado en su cuerpo".