Imágenes: Sergio Betancort
El dispositivo desplegado por la Guardia Civil para buscar el cuerpo de Romina Celeste Núñez ha llevado en la tarde de este lunes a los agentes hasta la zona de Los Hervideros, donde el marido habría confesado que arrojó su cadáver. Buzos del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas han estado rastreando el lugar, aunque hasta el momento la búsqueda ha arrojado resultados y los equipos desplegados se han retirado al caer el sol.
En cualquier caso, el dispositivo continuará rastreando la costa el martes, tanto en éste como en otros puntos que habrían sido señalados por el detenido, Raúl D.C. Su arresto se produjo este domingo, cinco días después de que denunciara la desaparición de su mujer, que en realidad se había producido una semana antes.
En su momento, el marido declaró que no lo había denunciado antes porque creía que ella se había marchado de casa voluntariamente. Según esa primera versión, estaban teniendo una pelea cuando él se marchó de casa durante la madrugada del 1 de enero y cuando volvió al día siguiente ella ya no estaba. Sin embargo, tras su arresto cambió su declaración y afirmó que al regresar al domicilio se la encontró muerta y decidió ocultar el cadáver "por miedo", aunque siguió negando haber participado en su muerte.
Además, en su declaración habría explicado con detalle cómo se deshizo del cuerpo, que después habría arrojado al mar, aunque ahora la Guardia Civil investiga la veracidad de ese relato. De momento, la búsqueda ha comenzado en Los Hervideros, aunque continuará este martes también en otros puntos.
En la búsqueda están participando agentes del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS), el Servicio Marítimo Provincial y el helicóptero de la Guardia Civil con base en Fuerteventura.
