María José Cañada desvela que el médico iba a infiltrarla sin una valoración previa

Una paciente denuncia que fue humillada por el traumatólogo en el Centro de Salud de Valterra

María José Cañada, revelando el número de su DNI, llamó indignada a esta redacción denunciando las malas maneras como el doctor Cantón la atendió el pasado sábado en el Centro de Salud de Valterra. ...

27 de enero de 2006 (19:43 CET)
Una paciente denuncia que fue humillada por el traumatólogo en el Centro de Salud de Valterra
Una paciente denuncia que fue humillada por el traumatólogo en el Centro de Salud de Valterra

María José Cañada, revelando el número de su DNI, llamó indignada a esta redacción denunciando las malas maneras como el doctor Cantón la atendió el pasado sábado en el Centro de Salud de Valterra.

Según la ciudadana, el médico de cabecera la remitió al traumatólogo, con una radiografía del hombro izquierdo, por una dolencia que le viene aquejando desde hace varios meses. Sin embargo, afirma que salió de la consulta sin que el especialista se interesara por ver la placa y soportando una sarta de improperios.

"No me valoró el brazo"

"Leyó en la bolsa de la radiografía que decía hombro izquierdo y me preguntó lo que me había sucedido", cuenta la paciente. El doctor, subraya Cañada, ni siquiera la dejó terminar, sino que de inmediato le pidió que se subiera la manga para infiltrarla.

"Pensé que me iba a valorar el brazo, pero sin lavarse las manos y sin ponerse guantes pretendía inyectarme en la misma silla de la consulta", asevera. La paciente dice que se abstuvo de dejarse infiltrar en esas condiciones, entonces, "fue cuando se enojó gritándome que si lo quería torear, en un tono muy agresivo". "Me decía que si lo que quería eran pastillitas, pomaditas y otra radiografía", agrega.

"Fui insultada"

María José Cañada narra que en ese momento el doctor decidió escribir una receta, pero ante su advertencia de los posibles efectos de los medicamentos, vociferó mandándola al médico de cabecera, para que éste le solucionara el problema.

"Me levanté con ganas de llorar, dije que no me quedaría más remedio que ir al médico de cabecera y abrió las persianas de la ventana diciéndome que me tirara por ahí para que llegara más pronto". "Me fui y hasta la radiografía se me quedó en el consultorio", relata.

"No es la primera vez"

LA VOZ transmitió la queja al director insular de Sanidad, Juan Manuel Sosa, y sugirió que cualquier reclamación se hiciera llegar a través del servicio de Atención al Paciente. No obstante, la denunciante prefirió hacer pública su molestia, porque entiende que poca o ninguna atención se le prestan a este tipo de quejas. Cañada dice que las malas experiencias con el médico en mención se están volviendo habituales.

LO MAS LEÍDO