Rubén Cortada: "El personaje de Faruq en 'El Príncipe' ya lo había vivido cuando estaba en Cuba"

El actor, que visitó Lanzarote la semana pasada tras ser invitado al Festival Internacional de Cine, explica en una entrevista con La Voz cómo ha sido su carrera y qué supuso en su vida personal y profesional su papel en la conocida serie

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Juan Mateos
30 de mayo de 2025 (20:04 WEST)
El actor Rubén Cortada. Foto: Juan Mateos
El actor Rubén Cortada. Foto: Juan Mateos

El actor y modelo Rubén Cortada (Cuba, 1984), conocido especialmente por su papel de Faruq Ben Barek en la exitosa serie El Príncipe, comenzó estudiando Ingeniería Automática, pero pronto dejó los estudios tras surgirle un trabajo en el mundo del modelaje en España. Su primera aparición en la pequeña pantalla en nuestro país fue en 2011 en la serie Bandolera y en 2013 en El tiempo entre costuras, ambas de Antena 3, y aunque no tuvo papeles principales en ellas, le sirvió a Cortada como base para comenzar su carrera en España.

Años antes, en su Cuba natal, el actor dio sus primeros pasos en el mundo de la interpretación con dos obras de teatro en el país caribeño. Después del boom de El Príncipe, Rubén Cortada desapareció durante unos años de la escena y de redes sociales por dos pérdidas familiares por las que se tuvo que trasladar a Cuba, país del que le costó salir debido al duelo. Sin embargo, en el año 2022 regresó por todo lo alto a la gran pantalla con la película El cuarto pasajero, junto a rostros tan conocidos como Blanca Suárez, tras la que ha ido encadenando trabajos en distintas series hasta hoy.

Su trayectoria le ha bastado para que el Festival Internacional de Cine de Lanzarote haya decidido contar con su presencia para formar parte como jurado en la categoría de cortos internacionales este pasado fin de semana. En una entrevista con La Voz, el actor ha respondido a algunas cuestiones para conocer un poco más en profundidad su carrera y otros aspectos de su vida.

  • ¿Habías estado antes en Lanzarote?

Estuve una vez, me parece espectacular, es como la Luna en la Tierra. En esta ocasión hemos estado en El Golfo (con los demás actores del Festival de Cine de Lanzarote) y comimos ahí. 

  • ¿Cómo te tomaste la invitación al Festival Internacional de Cine de Lanzarote?

Es un regalo. Es verdad que desde hace cinco o seis años me insistían en venir, hasta que nos pusimos de acuerdo y lo logramos.

  • ¿Qué expectativas tenías de cara al Festival?

Me ha sorprendido mucho el nivel de los cortometrajes porque me he encontrado con cosas que no me esperaba para nada. Están muy bien hechos técnicamente, con muy buenos guiones y unas interpretaciones brutales. Tampoco esperaba la acogida y el cariño con el que tratan al jurado.

  • ¿En qué momento te diste cuenta que te gustaba el mundo de la interpretación?

Creo que es algo que tengo desde muy pequeño, pero la vida nunca me llevó por ahí. Creo que la vida quería que tuviera mis experiencias, de hecho yo venía más del mundo del deporte y de las ciencias. Yo derivo en el mundo de la interpretación con unos amigos míos que habían hecho teatro en Cuba y decidí regresar a ver a ese profesor y ahí me enamoré de la profesión. Sí tengo que decir que la película Carne trémula hizo un punto de ruptura, me gustó mucho el trabajo de Bardem.

  • ¿Y en el caso de ser modelo?

Me fascina este mundo, pero la moda se presentó como una forma de supervivencia. Mi profesora de Literatura me dijo dónde podía ganar algo de dinero pero yo jamás me vi como modelo, yo venía del tenis. Como me pagaban, entré por eso, pero me gustó muchísimo la experiencia, la energía y la gente, muchos lo ningunean un poco pero es un mundo muy divertido.

Es más, yo pude vivirlo a altos niveles en París, Milán, Londres, Nueva York, Versalles... hay gente muy inteligente y muy preparada, desde los diseñadores hasta los modelos, pero siempre fue un vehículo para viajar y hacer dinero. Después me pasé a estudiar fotografía y luego cine, a la par que cursaba los estudios de interpretación y me salió trabajo de actor, donde me enamoré enfermamente de mi profesión.

  • Muchos aseguran haber vivido malas experiencias en el mundo de la moda. ¿No has vivido nunca ninguna situación así? 

Sé que las hay, pero ya venía concienciado de Cuba... entiendo los demonios de la gente y comprendo que todos tenemos cosas buenas y cosas malas, pero también tienes que calibrar dónde te metes o qué permites y qué no. Supongo que puede haber situaciones extremas de las que son complicado salir, pero yo entendía los demonios de las personas y comprendo que la belleza genera ese deseo en el ser humano como lo generan otras cosas y la moda representa eso, tanto para los chicos como para las chicas. Respeto mucho las malas experiencias, yo por suerte supe entender al que está enfrente y decir 'esto no va a pasar', pero creo que es algo que pasa en todos los ambientes.

  • ¿Cómo fue el proceso para conseguir el papel de Faruq en El Príncipe?

Es romántico porque ese casting lo llevaba Rosa Estévez y a mí me estaba costando muchísimo que me dieran una oportunidad con toda la razón de los directores. Yo estaba estudiando y la interpretación lleva años y las expectativas conmigo eran muy bajas, por lo que yo me preparé mucho, pero no para esa prueba sino para otra donde estaban buscando a un actor con artritis. Yo me preparé muy bien ese casting y la foto mía que le habían enviado a Rosa era un tipo con el pelo largo y modelo y yo me volví a rapar y a boxear. Yo creo que le hice muy buena prueba y ella la paró y me dijo: "No te voy ni a presentar, te voy a reservar para que te prepares otro personaje".

Dos años después empieza el casting de El Príncipe, hago la prueba, al director le gusta y se lía un poco porque siendo cubano era un problema por mi acento que en ese momento era muy fuerte. Les gustó cómo actué pero no cómo hablaba, así que les dije que me dieran tiempo para prepararme con un logopeda y un foniatra a los que iba a tres clases diarias y con un dinero que no tenía. Hice una prueba muy buena pero media España quería hacer ese personaje pero finalmente me escogieron y fue el punto de ruptura en mi carrera.

  • En cuanto al acento, ¿te has encontrado con más situaciones donde te ponen trabas por tu forma de hablar?

Es un problema, primero porque el de enfrente no solo lo nota, sino que está esperando el fallo. Recuerdo que en una serie me pusieron de un teniente canario porque me acercaba a ese acento. A día de hoy eso ya está cambiando y nunca lo he considerado un problema porque en todo juego hay reglas, o te adaptas o no juegas porque te sentirás la víctima porque el juego no se va a adaptar a ti. En mi caso, yo acepté esas reglas, me preparé y pude competir en ese juego que era ser protagonista, yo tuve suerte. Me gusta lo que hago y no me importa ir incorporando habilidades a mi carrera.

  • ¿Cómo fue la grabación de la serie?

Me fui solo con mi representante hasta El Príncipe, en Ceuta, pero me sentí bien, ese personaje ya lo había vivido en mi vida en Cuba. Hasta ese momento, yo había pasado la mitad de mi vida con becas, que es un albergue con literas abiertas y era un "sálvese quien pueda", estudiabas así en una escuela de deporte, por lo que yo crecí entre luchadores, boxeadores, judocas, karatecas y equipos que en realidad eran como pandillas y yo solo era tenista. Por eso yo viví esa sensación de peligro constante.

  • ¿Cómo llevaste la fama repentina con el éxito de El Príncipe?

Lo llevé muy mal porque yo vivía muy bien y estaba muy tranquilo conmigo mismo. Tener más o menos dinero no lo tienes en cuenta porque no lo conoces y me pilló de sorpresa esa fama. Había periodistas que me preguntaban que si estaba dispuesto a pagar el precio de la fama y yo no entendía la pregunta, pero no, no estaba dispuesto. Necesité ayuda psicológica y me sentó muy bien, encajé todo y ahora entiendo el otro lado porque al principio no lo entendía porque me parecía invasivo, ahora comprendo que es puro cariño. A veces a la gente se le escapa las formas pero es cariño al personaje de Faruq y yo tengo que agradecerlo.

  • ¿Tienes más predilección por la moda o por la interpretación?

Estoy muy agradecido a la moda, conocí a mucha gente muy interesante y estoy seguro de que parte de mi personalidad es gracias a esas personas pero lamento no haberle sacado más partido, cosa que sí han hecho otros compañeros. Yo lo veía como un vehículo para tener dinero y viajar, pero sí tendría que haber conservado a esa gente que conocí. Una vez que entras en la interpretación no hay vuelta atrás y cada vez que me adentro más en ellas, es más duro porque tienes que lidiar con lo feo del ser humano, pero también es más interesante.

  • A la hora de interpretar un papel, ¿qué técnicas usas?

Buscas ideas y cómo reacciona a cada cosa porque hay gente que es más flemática o aplomada y hay otra que es más explosiva, por lo que tienes que saber cómo reacciona tu personaje a cada situación ante cada persona. Cada persona no es igual todo el tiempo. El método lo valoro, pero a mí me haría daño estar tanto tiempo conectado al personaje porque yo cuando salgo de un proyecto, me quedo una temporada.

Con Faruq seguía teniendo problemas porque antes de ese personaje iba por la calle buscando problemas y cuando acabé, seguía buscándolos y provocándolos porque caminaba mal y miraba mal, desafiaba a todo el mundo cuando realmente soy todo lo contrario, democrático y pacífico. 

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