Este domingo 18 de mayo, las calles de Lanzarote han sido escenario de una multitudinaria manifestación ciudadana que reclama un cambio urgente en el modelo turístico de la isla. La convocatoria, impulsada por la plataforma Lanzarote tiene un límite, comenzó a las 11:00 horas y forma parte de una jornada de protestas que se celebra de forma simultánea en todas las islas del archipiélago —salvo en La Graciosa—, en varios puntos del territorio peninsular, como Madrid y Santiago de Compostela y en Europa.
Con pancartas, consignas y un ambiente de unidad, los más de 2.000 manifestantes según la Dirección insular, lanzan un mensaje claro: el actual modelo de turismo masivo es insostenible. Entre los lemas que se pueden leer en las pancartas destacan frases como “Su negocio, nuestra miseria”, “Isla para vivir, no para construir”, “Sí al turismo, no a la mafia que explota y vende Canarias” o “Turista, disfruta que yo ya no puedo vivir aquí”.
La protesta pone el foco en los impactos del turismo sin control: la saturación de recursos naturales, el encarecimiento de la vivienda, la pérdida de biodiversidad y la precariedad laboral. Los organizadores insisten en que no se trata de rechazar el turismo como motor económico, sino de exigir una transformación profunda que priorice el bienestar social y la sostenibilidad.
Los organizadores esperan que la acción conjunta a nivel regional y nacional tenga un impacto claro en la agenda política y anime a las instituciones a tomar medidas urgentes.
“Estamos aquí porque queremos seguir viviendo en nuestra isla, no ser expulsados por el precio de la vivienda ni por un modelo que solo beneficia a unos pocos”, declaraba una de las asistentes.
A su término, los convocantes han anunciado, al leer el manifiesto, que "comienza una nueva fase de lucha, más directa e incómoda para quienes ignoran el clamor popular".
De esta forma, se han referido a su pretensión de "boicotear actos públicos o mítines y ocupar espacios turísticos".

















































