Muchos lanzaroteños decidieron disfrutar el pasado fin de semana de la imagen poco habitual que luce la isla, con volcanes y campos cubiertos de verde y de flores.
Las importantes lluvias que dejó la borrasca Filomena a principios de enero cambiaron el paisaje de Lanzarote dejando una imagen primavera e inusual en la isla, que aún perdura.