HASTA AHORA NO EXISTÍA Y CREE QUE PUDO "INOCULARSE INTENCIONADAMENTE"

La Sociedad de Cazadores alerta de un virus que está "acabando" con los conejos en la isla

Afirma que se trata de una enfermedad que hasta ahora "no existía" en Lanzarote. Cuestión que pueda haberse "inoculado intencionadamente" y han alertado al Seprona y el Servicio de Medio Ambiente del Cabildo...

19 de mayo de 2016 (07:46 CET)
La Sociedad de Cazadores alerta de un virus que está "acabando" con los conejos en la isla
La Sociedad de Cazadores alerta de un virus que está "acabando" con los conejos en la isla

La Nueva Sociedad de Cazadores de Lanzarote ha alertado al Seprona y al Servicio de Medioambiente del Cabildo ante una enfermedad que afirman que está "acabando" con los conejos silvestres de la isla y que también ha afectado a los conejos domésticos que algunas familias tienen en sus casas para su consumo. Según explican, se trata de un virus que se detectó en Europa en 2011 y que ha llegado ahora "extrañamente" a Lanzarote, pues según afirman esta enfermedad "no existía" hasta ahora en la isla. Este hecho, unido a su forma de contagio, les hace preguntarse incluso si podría haberse "inoculado intencionadamente" para "reducir o exterminar" la población de este animal.  

"Todo el Archipiélago Canario y concretamente la isla de Lanzarote se está quedando sin conejos silvestres. La neumonía hemorrágica vírica (RHD), detectada hace ya varios años, está acabando con la población de lepóridos en nuestras zonas rurales. El virus de esta enfermedad les provoca un fallo multiorgánico y los conejos fallecen a los pocos días de contagiarse", comienza explicando la sociedad. 

Así, relatan que a las pocas semanas de haberse iniciado la temporada de entrenamiento de perros en los campos de adiestramiento destinados a esta actividad cinegética los canes "no están avistando apenas conejos y la mayoría de animales que apuntan son cadáveres". "La virulencia de esta enfermedad ha sido tal este año que ha empezado a extenderse entre las poblaciones de conejo manso o domestico que muchos lanzaroteños crían para consumo propio, que si bien no ha generado problemas de salud ya que esta enfermedad no se trasmite al ser humano, sí ha causado pérdidas económicas en muchas familias", añaden. 

 

Una virulenta mutación que no existía en la isla


Según explican, las lluvias de finales de 2015, que son favorables para la reproducción de estos animales, hacían esperar que la población de conejos aumentara este año. Sin embargo, continúan, en el mes de marzo la enfermedad azotó nuevamente a esta especie, pero lo hizo con una virulencia inusitada.  Y es que, según expone la Sociedad de Cazadores, aunque es cierto que la neumonía hemorrágica vírica "tiene mayor incidencia en los meses de primavera y esto entra dentro de la normalidad, lo que no es tan normal, es que la enfermedad esté afectando a conejas preñadas y gazapos, pues estos se inmunizan a través del calostro durante la lactancia". 

"Este hecho hace pensar que el virus que está provocando que miles de conejos estén muriendo a lo largo de la geografía insular sea una mutación del virus de la neumonía hemorrágica vírica conocido como RHDV-N11, que fue detectado por primera vez en 2011 en Europa y que extrañamente hace acto de presencia de una forma tan violenta en la isla de Lanzarote", sostienen. Explican, además, que este virus se transmite por vía directa, a través del aire, y que algunos de los conejos muertos presentan además restos de sangre por las fosas nasales que manchan sus hocicos.

"Esta forma de trasmisión y el hecho de que en esta isla no existía esta enfermedad hace preguntarse cómo se ha introducido el virus, si ha sido de forma accidental o por el contrario ha sido inoculado intencionadamente para reducir y exterminar la población de un animal que algunos consideran como invasor pero que tiene presencia en las islas según varios autores desde la época de los fenicios", considera la Nueva Sociedad de Cazadores. Así, apuntan que, "en vista de que la enfermedad no merma sino que por el contrario ha aumentado su virulencia y agresividad", se han visto "obligado" a "denunciar esta situación ante los agentes de SEPRONA y el Servicio de Medioambiente del Cabildo de Lanzarote, para que se hagan cargo de las investigaciones pertinentes".

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