A pesar de las últimas detenciones, esta semana han seguido produciéndose nuevos robos en el interior de viviendas de Costa Teguise, Playa Honda y Arrecife

Hablan las víctimas de la oleada de robos en viviendas de la isla

A pesar de las recientes detenciones de varios menores y algunos jóvenes en Playa Honda y Arrecife, esta misma semana se han registrado nuevos robos en la capital lanzaroteña -en las calles Fernando El Católico y El Greco, ...

17 de febrero de 2006 (20:20 CET)

A pesar de las recientes detenciones de varios menores y algunos jóvenes en Playa Honda y Arrecife, esta misma semana se han registrado nuevos robos en la capital lanzaroteña -en las calles Fernando El Católico y El Greco, entre otras-, y hace apenas 15 días tuvo lugar el último episodio en Costa Teguise, en la calle Panamá. Por su parte, tampoco el núcleo residencial de Playa Honda ha escapado de la acción de estos cacos: el pasado 21 de enero se registraron numerosas denuncias por robos en casas de vecinos, tanto en el cuartel de la Guardia Civil de San Bartolomé como en la Comisaría de la Policía Local.

Testimonios

Ana es una de las muchas víctimas que han sentido este miedo a estar en casa. El pasado 21 de diciembre, cuando su marido y sus hijos dormían en su casa terrera de Costa Teguise, como otro día cualquiera, alguien entró en su domicilio de madrugada. "Nos despertamos sobre las siete de la mañana porque ese día nos íbamos de viaje. Al principio no notamos nada. Tampoco habíamos escuchado nada raro por la noche".

El primer indicio que apuntaba que habían sido víctimas de un robo contra su propiedad lo experimentó la propia Ana, precisamente al subir al taxi que fue a buscarles para llevarles al aeropuerto. Al salir de casa, se percató de que faltaba un monedero de su bolso. En principio, pensó que lo había perdido el día anterior, cuando fue a concertar cita con el taxista. Sin embargo, su marido pronto echó en falta un teléfono móvil y un dispositivo TDT, que habían adquirido para disfrutar de la nueva televisión digital.

"Ana, nos han robado". La frase fría pero certera de su marido hizo que, de inmediato, el pavor se apoderara de esta familia. Sus hijos rompieron a llorar al comprender lo sucedido y, sin preocuparse de los efectos que podrían haber sido sustraídos, la sensación de impotencia e inseguridad se apoderó de este joven matrimonio.

"Creemos que dejamos mal cerrada la puerta del salón, pues no nos forzaron ninguna cerradura ni ventana, pensamos que entraron por ahí y que salieron por la puerta principal de la casa". Desde entonces, una alarma guarda la seguridad de su hogar. Pero la sensación de inseguridad se ha trasladado ahora a su propio hogar. "Para estar en casa tenemos que desconectar la alarma, y por eso cuando nos sentimos más inseguros es precisamente cuando estamos en casa. Siento una inseguridad constante, mucho miedo a que un extraño invada mi seguridad y la de mi familia. Si han entrado una vez pueden hacerlo de nuevo".

Lamentablemente, esta familia perdió el vuelo que preveían tomar esa misma mañana. Después de casi dos meses desde que interpusieran la pertinente denuncia ante la Guardia Civil de Costa Teguise, a día de hoy aseguran que ni el Instituto Armado ni la Policía Local les ha comunicado nada oficialmente. "Sólo nos dijeron que habían detenido a un gaditano, pero los robos han seguido después. La Guardia Civil estuvo en casa. No comprobaron si habían dejado huellas, simplemente echaron un vistazo en el interior de la vivienda y comentaron que los detendrían".

Una de las quejas vecinales radica en lo que califican de "desmesurada" ausencia de efectivos policiales en la zona. "Nos han dicho que la Policía Local de Teguise cuenta tan sólo con dos agentes para todo el área de Costa Teguise. Si es así son muy pocos".

Modus operandi

Aunque en principio se barajó la posibilidad de que esta oleada de robos fuera fruto de la acción organizada de alguna especie de banda de la Europa del Este, fuentes oficiales han asegurado a este medio que la investigación que la Guardia Civil mantiene abierta hasta el momento se centra en la hipótesis de que los autores son dos o más expertos en robos en el interior de vivienda.

Fuentes oficiales consultadas por este medio explicaron que es imposible que esta serie de robos sea obra de una banda organizada. "Estos grupos son los que mayor riesgo conllevan. Roban dinero, joyas y documentos, y en ocasiones actúan por encargo". La prueba más evidente de que la autoría de estos robos no puede achacarse a una banda se basa en la reacción de alguno de estos individuos a los que más de un propietario ha pillado in fraganti en su domicilio. "Cuando las víctimas les hacen frente, estas bandas no dudan en usar la violencia", al contrario de lo que ha venido sucediendo en los recientes robos registrados en la Isla.

En un caso concreto, Ana, residente en Costa Teguise, relata cómo una de sus amigas, que vive en otro complejo de la urbanización, se topó recientemente cara a cara con uno de estos cacos. "¿Tú qué haces aquí?"- preguntó la vecina en estado de shock. -"¿No vive aquí Loli?"- preguntó el ladrón para sorpresa de la moradora. La historia, afortunadamente, terminó con el delincuente huyendo a toda velocidad de la cocina.

Por otro lado, existe la creencia bastante extendida de que la técnica empleada por estos especialistas para perpetrar los robos a domicilio se basa en la retirada manual de ventanas y puertas de aluminio, que fácilmente manipulan y desencajan a su antojo sin necesidad de hacer ruidos estridentes.

Múltiples casos

Pero este no es ni mucho menos el único caso que se ha producido en la urbanización de Costa Teguise. La propia Ana explicó a LAVOZ que estos amigos de lo ajeno ya han entrado varias viviendas de la calle Panamá y de la avenida de El Golf, así como en seis casas terreras que pertenecen a la calle de Los Helechos. "En menos de un mes la empresa Ferlanza ha instalado unas cincuenta alarmas en la zona", asegura. Cincuenta sólo con esta empresa, cantidad a la que habría que sumar las instaladas por empresas de la competencia.

A otra de las amigas de Ana le entraron "a tiro hecho". "Seguramente la habrían estado observando, sabían perfectamente que estaba trabajando a esas horas" y le desvalijaron totalmente la vivienda. "Desde las joyas y el dinero que tenía en la casa hasta las mantas de las camas", explicó.

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