El Club Lanzaroteño del Presa Canario ha pedido la modificación de la Ley sobre perros potencialmente peligrosos, porque considera que fue "una salida política rápida fruto de la ignorancia, de no escuchar a los expertos en conducta animal, que repiten hasta la saciedad que la raza no condiciona la peligrosidad de un perro". El club ha hecho pública esta petición tras la polémica sobre el peligro de esta raza, que se desató la semana pasada a raíz del fallecimiento de una mujer en Madrid a causa de las mordeduras de su presa canario. "Estas noticias pueden hacer desaparecer todo el esfuerzo que muchos propietarios hemos llevado a cabo durante más de 30 años en mi caso personal, y 20 en el caso del Club Lanzaroteño del Presa Canario", ha afirmado el presidente de la asociación, José Antonio Machín.
El club lanzaroteño ha mostrado su disconformidad con la ley de 2002 y ha asegurado que en ella "prácticamente todos los perros con más de 20 kilos y con una altura a la cruz de 50 centímetros entrarían como potencialmente peligrosos, además de exigir una serie de requisitos a los propietarios". Asimismo, han señalado que "en ningún caso, hacen referencia a controles psicológicos para el animal en cuestión".
En este sentido, desde el club han destacado su "Proyecto Nueva Era", que arrancó en 2014 para "demostrar que esa ley debe ser modificada ya que respondió a circunstancias temporales" y que "carece del soporte de especialistas que entiendan" a los perros. "Centrándonos en nuestra raza, el presa canario, entendemos que debe existir un control desde el nacimiento de la camada para testar el temperamento del animal y seleccionar los ejemplares equilibrados que garantice una convivencia social sin problemas, debiendo sacrificar a todos aquellos que, por exceso dominante agresivo o por defecto, puedan terminar en acontecimientos desgraciados que arrastren al resto de raza por desconocimiento del tema de la mayoría de los propietarios", han añadido desde el Club Lanzaroteño del Presa Canario.
"Un test de carácter"
En una segunda fase, el club insular ha abogado por la realización de un "test de carácter para comprobar la evolución del temperamento detectado con su aprendizaje social posterior", de manera que se confirme que son adecuados para la reproducción y se permita que la raza evolucione. Todo "sin que la ‘fama’ ni ‘el mercantilismo’ termine por destruirla, ante el descontrol e interés económico que ha despertado, que lejos de ayudar al desarrollo de la misma, se ha convertido en uno de los peores enemigos del presa canario", han apuntado desde la asociación.
Para explicarlo, desde el Club Lanzaroteño del Presa Canario han asegurado que "la personalidad del perro, como la humana, es fruto de dos aspectos que no tiene que ver con las razas". Por un lado están los factores genéticos, es decir, innatos, que constituyen el temperamento del perro, que tiene una dimensión biológica, somática, que no es modificable ni educable. De esta manera, han aludido a que "su manifestación no es controlable". Por otra parte, han señalado que "está el carácter", que tiene una dimensión biológica y social, "donde se suma lo aprendido y lo genético", lo que puede ser "modificable, educable y controlable". Es por ello que han explicado que el carácter está compuesto por temperamento y hábitos aprendidos, lo que constituye la personalidad del perro, por lo que "es individual y nunca extensible a razas".
