En los campos que rodean al pueblo de Órzola es fácil encontrar su figura algo encorvada ya por los años, protegida la cabeza del sol y del viento por el inseparable cachorro y apoyado en la vara que le identifica como pastor, cerca de las ocho cabras que todavía conserva "por el vicio de tenerlas" según explica él mismo. Para los vecinos del pueblo que pasan por allí no hay duda, es Domingo de León Dorta, el poeta de Órzola.
Aunque a él no le gusta este sobrenombre. "Yo no digo nunca que sea poeta, porque sepa una cosa no me gusta estar comentándolo". Pura modestia para no reconocer lo que la conversación deja ver por sí sola: las rimas que poco a poco va animándose a soltar.
Domingo de León Dorta es uno de los pocos improvisadores que hay en la isla. Un arte que practican unos pocos capaces de componer versos, rimas y canciones en un momento y que vincula al Archipiélago Canario con Cuba, dos lugares donde la improvisación tiene raíz y se practica. Pero todo eso le suena a chino. "¿En Cuba? Yo no sé, yo como en Cuba no he estado ni sé cómo es", explica de manera lógica.
Y es que a Domingo esto de hacer versos y rimas mientras va a hablando es una habilidad "que viene porque sí" dice él. "Esto no se compra ni se vende y no se puede enseñar tampoco", cuenta apoyado en su inseparable vara. "¿Las escribe?", y Domingo no puede evitar reír ante la pregunta. "¿escribir? Si yo no sé leer ni escribir. Están en la memoria, de ahí no se van" asegura señalando su cabeza con un rugoso dedo índice.
Domingo no recuerda que cuando era niño hubiera colegio o maestros en el pueblo para aprender las principales reglas de la gramática, pero eso no le ha impedido ser todo un poeta. "Yo no sé leer porque no me llegaron a enseñar pero dios me dio memoria para que pudiera improvisar", espeta. Primera rima de la tarde y no será la única.
A lo largo de su vida Domingo ha hecho numerosas rimas que tiene en la cabeza pero que con el tiempo, se perderán si no quedan por escrito y eso él lo sabe bien porque todo el mundo se lo dice. "Eso debes escribirlo que es un recuerdo, me dicen, si yo supiera las tendría todas escritas" asegura el improvisador. De momento una de sus hijas se encarga de escribir algunas en una libreta, por algo se empieza.
Su inspiración: la gente y la Virgen de los Dolores
Dice que no sabe de dónde le viene esta afición. Quizá de un primo más mayor que él y que también es un buen improvisador según cuenta o de un "hombre viejo" que conoció hace muchos años y que le contaba lo que iba improvisando. El caso es que no recuerda cuál fue la primera poesía improvisada que hizo pero sí los últimos versos que ha inventado mientras se sienta a ver cómo las cabras buscan algo que llevarse al morro.
"Yo me puse zapatos cuando fui al cuartel / pero hoy se los compran antes de nacer. / Y son zapatitos peludos que no les van a molestar / para que no les hagan llagas cuando van a caminar". Entre verso y verso se le escapa la risa y mira para otro lado para recitarlos y es que Domingo, a sus 79 años, es un gran tímido. Dice que estas son unas pocas palabras que ha ido juntando inspirado por "los casos que te cuentan y a los que les puedes sacar rima" y en concreto por lo mucho que ha cambiado la sociedad y la familia. "Hoy desde antes de nacer ya le compran a los niños ropa y eso, antes no pasaba", explica.
Y eso lo sabe bien el poeta de Órzola que ya tiene cinco nietos fruto de los tres hijos que ha tenido con la que es su esposa desde hace 46 años, Felisa Álvarez y a la que reconoce que todavía no le ha hecho ninguna poesía. "A mis nietos sí" defiende. Y es precisamente uno de sus nietos quien parece que va por el mismo camino que el abuelo porque con sólo 10 años ya es capaz de salir al escenario y recitar las rimas que previamente ha escrito de boca de su abuelo.
Otra de sus fuentes de inspiración es la Virgen de los Dolores y por eso ha ido muchos años hasta la ermita de Mancha Blanca a decirle poesías, pero ahora reconoce que le cuesta más componerlas porque opina que para hacerlo "hay que tener humor y alegría, pero uno va perdiendo ya? a la vez que uno no puede caminar bien, pues ya no puede ser lo mismo". Pero lo cierto es que Domingo conserva todavía el humor y la alegría a los que hace referencia porque no duda en recitar poco después una curiosa composición.
"Que también es una historia hace tiempo que lo supe / que entre la novia y el novio es una casualidad / que se les conozca
las faltas estando en buena amistad. / Todo les parece flores y se convierte en humildad / y entre medio de los amores ocultan la falsedad. / Pero luego el día que se casan no se les nota enseguida / hay que verlos gozando pasando feliz la vida / gozando satisfacciones que antes no las tenían. / Pero luego llega el día en que se tiran los platos / que se nos llevan los años como los perros y gatos".
Está acostumbrado a recitar sus composiciones en público porque todos los años lo hace en las fiestas de Santa Rosa en su pueblo, cuando puede en Tinajo y este año, lo hizo también en las fiestas de San Juan de Haría donde además fue reconocido por el Ayuntamiento. Allí , según cuenta, recibió más aplausos de los que esperaba. "Yo me maravillé cuando salí allí, se rieron lo que quisieron". Y es que aunque a Domingo no le guste demasiado contar sus composiciones en público y ser conocido por su arte para rimar palabras, sigue siendo para sus vecinos el poeta de Órzola.
Poesía a la Virgen de los Dolores
(...)La Ermita de los Dolores
está en el pueblo de Mancha Blanca
y esto a mi no se me olvida
mientras la memoria me aguanta.
Allí es la casa de la virgen,
allí está noche y día
que siempre me acuerdo de ella
y nunca la olvidaría.
Ya no puedo caminar
y los trabajos son para mí,
esto fue casualidad
que yo pudiera llegar aquí.
Aunque no pueda caminar
ya me está viendo aquí
acompañando a la Virgen
y ella me da alivio a mí .
Ya había unos cuantos años
que no venía por aquí
y siempre me estaba acordando,
algún día tengo que ir.
Hoy la Virgen me lo dirá
y me lo dice con razón,
¿Dónde has estado metido
que no te he visto yo?.
Yo no había venido
porque no podía venir
pero si querías verme
hoy me tienes aquí.
Y vengo con alegría
y aquí no hay falsedad,
vengo a contarte una poesía
que te voy a improvisar.
Cuando bajaste del templo
y pasaste por el altar,
hasta las piedras en la calle
aquí se vieron temblar.
Has sido milagrosa,
ya lo diste a demostrar
porque paraste el fuego
cuando reventó el volcán.
Cuando reventó el volcán
allí en medio te encontrabas,
pero tú con tu poder
el fuego se retiraba.
Allí tendiste tu manto
y la lava se retenía
y en el pueblo de Mancha Blanca
tu semblante resplandecía.
Cuando te viste solita
nadie miraba para ti
ahora cuando te necesitan
todos aclaman por tí.
Si sigues con tus costumbres
compañía no te faltará
y aquí todos los días
te vienen a rezar.
Madre mía de los Dolores,
si algún día me voy de aquí
no me vayas a olvidar.
Acuérdate siempre de mí
que te venía a improvisar.
Adiós Virgen de los Dolores
ya me despido de tí,
ya me voy para la huerta arriba
para el pueblo donde nací.