LA IGLESIA REVOCÓ SU "IDONEIDAD" PARA DAR CLASE POR CASARSE CON OTRO HOMBRE

Educación despide finalmente al profesor de Religión gay vetado por la Iglesia

Después de que la Diócesis revocara su "idoneidad" para dar clase, Luis Alberto González ha hecho público que la Consejería le ha comunicado su despido...Lea el comunicado 

10 de diciembre de 2014 (09:57 CET)
Educación despide finalmente al profesor de Religión gay vetado por la Iglesia
Educación despide finalmente al profesor de Religión gay vetado por la Iglesia

El profesor de Religión Luis Alberto González hizo público el pasado agosto que la Iglesia lo había expulsado de su puesto docente al conocer que había contraído matrimonio con otro hombre. Aunque en un principio la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias decidió no atender la solicitud del Obispado y mantener su puesto, González comunica ahora que el pasado 1 de diciembre la consejería le comunicó la extinción de su contrato.

La viceconsejera de Educación del Gobierno de Canarias dijo en aquel momento que "para que un profesor deje de dar clases tiene que estar justificado, tiene que estar ajustado a derecho" y consideró que "el Obispado" no lo había "justificado". Y Luis Alberto González pudo reincorporarse a su puesto de docente en el IES Las Salinas de Arrecife el pasado septiembre.

Sin embargo, la Iglesia ha tenido finalmente la última palabra. En el caso de los profesores de Religión, es la propia institución religiosa la encargada de dar o no el visto bueno a los profesores de Religión. Como explica González en su comunicado, la Diócesis de Canarias decidió aplicar "la revocación de la declaración de idoneidad eclesiástica" al docente y, sin ella, no puede ejercer en su cargo.

 

Comunicado del profesor


"El pasado día 1 de diciembre me notificó la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias la extinción de mi contrato laboral como profesor de religión "como consecuencia de la revocación de la declaración de idoneidad eclesiástica que se realizó con anterioridad al primer contrato de trabajo por la Diócesis de Canarias, en aplicación del derecho eclesiástico y canónico citados".

Mis diferencias con la jerarquía católica se fueron agudizando en los últimos años y las decisiones tomadas, matrimonio incluido, han derivado en este final. La Autoridad Eclesiástica de la provincia de Las Palmas contaba con distintas opciones ante mis requerimientos y optó por retirarme la autorización para enseñar (la ley le ampara). En consecuencia, yo me he mantenido firme ante las dos instituciones, Obispado y Consejería de Educación, hasta conseguir que el inevitable despido se aplicara respetando los derechos laborales adquiridos (la ley me ampara).

Dejo atrás el cerco ideológico y moral de una institución eclesiástica que, desde mi humilde y formada opinión, se empecina en no situarse ni a la altura de los tiempos ni a la altura del Evangelio. Las autoridades eclesiásticas no están dispuestas a aceptar una relación o un matrimonio homosexual, aunque pretendan sorprendernos con la acogida al gay "por compasión". Con la homosexualidad aplican lo de "aborrecer el pecado pero acoger al pecador", y reto a cualquier obispo a que me desdiga.

De mi labor docente, que abarca dieciséis años, me quedo con la satisfacción de haber ofrecido un conocimiento sólido, crítico y a la vez respetuoso y tolerante, sobre el hecho religioso. Los últimos meses de trabajo han sido inolvidables por el fructífero intercambio de ideas con el alumnado, tanto en el IES Las Salinas como en la EA Pancho Lasso de Arrecife, al potenciar de forma conjunta el respeto a la diversidad".

LO MAS LEÍDO