Un cuarto de la población que pidió la eutanasia en Canarias murió antes de que se resolviera su solicitud. Así se desprende de los datos publicados en el Informe Anual de 2024 sobre la prestación de ayuda a morir.
En total, 52 personas solicitaron una muerte digna en el archipiélago a lo largo del pasado año 2024. De ellas, cerca de la mitad fueron resueltas de forma favorable (25 personas), mientras que dos de cada diez fueron denegadas (siete) o revocadas (siete) porque el solicitante decidió desistir del procedimiento.
El dato más llamativo es el de aquellas personas que murieron mientras se tramitaba su solicitud. Un 25% de las solicitudes se quedaron en el cajón y murieron antes de verlas resueltas (trece personas).
En total, se presentaron 929 solicitudes en todo el país, de las que se atendieron de forma favorable 426. Por comunidades autónomas, Cataluña ha sido la autonomía que más procesos de muerte digna ha iniciado (303), seguida de Madrid (129), del País Vasco (75) y de Andalucía (72). Canarias ocupa el quinto lugar en la lista de solicitudes iniciadas y procesos aceptados. Frente a ello, la ciudad autónoma de Ceuta no registró ninguna solicitud y Melilla, solo una, que luego fue desistida.
En porcentaje, el País Vasco y La Rioja son las autonomías que más solicitudes de eutanasia han resuelto de forma positiva, dando el visto bueno a seis de cada diez procedimientos. Mientras tanto, Murcia ha sido la comunidad autónoma que más solicitudes ha denegado (un 33,33%).
El perfil más frecuente es el de los solicitantes suelen ser personas mayores de 80 años (27,8%), con enfermedades neurológicas (32,5%) y oncológicas (29,7%). Además, la inmensa mayoría de las veces en las que se aplicó la eutanasia se dio en centros de sanidad públicos (96,7%) y en centros de atención primaria (64,05%).
España tiene la tasa más baja
A pesar de estos datos, la tasa de España por mortalidad asociada a la eutanasia es de un 0,1% de entre 1.000 fallecidos. Estas cifras están muy por debajo de otros países que también han regulado esta ayuda para morir. Por ejemplo, Sanidad desvela que la tasa española es diez veces menor que la de Australia (0,8%) y Nueva Zelanda (1%) y quince veces menor que la de Suiza (1,5%). Si la comparamos con Bélgica (3,6%), es entre treinta veces más baja y frente a Canadá (4,7%) es cuarenta veces menor.








