Cancelan una deuda de más de 90.000 euros a un matrimonio de Lanzarote

Para intentar hacer frente a las deudas, decidieron rehipotecar su vivienda familiar, con la esperanza de que la situación mejorara. Sin embargo, la recuperación nunca llegó y casi pierden su vivienda

6 de noviembre de 2025 (11:56 WET)
Actualizado el 7 de noviembre de 2025 (06:59 WET)
Fachada de los juzgados de Arrecife. Foto: José Luis Carrasco.
Fachada de los juzgados de Arrecife. Foto: José Luis Carrasco.

El Juzgado de Primera Instancia no 1 de Arrecife ha concedido la exoneración total de sus deudas a un matrimonio lanzaroteño que, tras más de una década de esfuerzo y dificultades económicas, ha conseguido liberarse de una carga que ascendía a más de 90.000 euros. La resolución, dictada el pasado 25 de septiembre, pone fin a una etapa marcada por la incertidumbre y la angustia financiera.

El protagonista de esta historia, autónomo durante gran parte de su vida laboral, recuerda que los problemas comenzaron alrededor de 2009, cuando su negocio empezó a sufrir las consecuencias de la crisis económica. “Pedimos una póliza de crédito para mantener la actividad, pero al vencer tuvimos que solicitar un préstamo ICO para cubrirla. Luego vinieron los atrasos con proveedores y el alquiler del local, y al final tuvimos que cerrar”, explica.

Para intentar hacer frente a las deudas, el matrimonio decidió rehipotecar su vivienda familiar, con la esperanza de que la situación mejorara. Sin embargo, la recuperación nunca llegó. “Seguíamos pagando como podíamos, con tarjetas, pequeños créditos, incluso minipréstamos. Pero cada mes era peor. Llegó un punto en el que todo el dinero se iba en cuotas”, recuerda.

Entre los acreedores figuraban entidades como Banco Santander (73.319 euros de hipoteca), BBVA, Cofidis, Pepper Assets Services, Equin Capital, Santander Consumer Finance y Wizink Bank, entre otras. En total, las deudas sumaban más de 90.000 euros, una cifra inasumible para una familia que trataba de salir adelante tras años de sacrificio y trabajo irregular.

El matrimonio, casado en régimen de gananciales, llevaba cinco años separado de hecho, ya que la esposa reside actualmente en Bolivia, lo que agravó aún más la situación económica y emocional del deudor. “A veces uno piensa que puede con todo, pero la realidad se impone. Llega un momento en que solo te queda pedir ayuda”, reconoce.

En ese punto decidió acudir a la Asociación Ayuda al Endeudamiento, una entidad que asesora y acompaña a personas atrapadas en situaciones de sobreendeudamiento. El equipo jurídico, dirigido por el letrado José Domínguez, asumió su caso y tramitó el procedimiento de Ley de Segunda Oportunidad, que culminó con la exoneración definitiva de todas sus deudas.

“Este tipo de casos demuestran que la deuda no es solo una cuestión económica, sino también emocional y social”, explica José Domínguez, abogado de la Asociación. “Muchas personas se endeudan por intentar mantener su trabajo o proteger a su familia. Cuando la confianza en poder cumplir se rompe, el valor mismo de la deuda se desvanece. La Ley de Segunda Oportunidad permite restaurar esa confianza y ofrecer una salida real”.

A día de hoy, este lanzaroteño ha logrado estabilizar su vida: mantiene un empleo, ha reorganizado sus gastos y, sobre todo, ha recuperado la serenidad. “Por fin puedo dormir tranquilo. No se trata solo de dinero, sino de recuperar la dignidad y la esperanza”, confiesa.

Desde la Asociación Ayuda al Endeudamiento recuerdan que la Ley de Segunda Oportunidad no es un privilegio, sino un derecho legal al que pueden acogerse las personas de buena fe que ya no pueden hacer frente a sus deudas. Casos como este demuestran que, incluso cuando parece que todo está perdido, siempre existe una salida.

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