Alfabetización y formación laboral: las claves de la fundación que trabaja con menores migrantes en Lanzarote

La Fundación Canaria Main, que aterrizó en la isla a principios de este año, lleva a cabo cursos para ayudar a que este colectivo encuentre oportunidades para comenzar una nueva vida en España

19 de octubre de 2025 (13:33 WEST)
Jóvenes migrantes durante la formación laboral. Foto: Fundación Canaria Main
Jóvenes migrantes durante la formación laboral. Foto: Fundación Canaria Main

La integración en la sociedad de los jóvenes migrantes es uno de los grandes retos con los que se encuentran a la hora de iniciar una nueva vida en Canarias y en el resto de Europa. La barrera del idioma o la falta de estudios son algunos de los obstáculos que, gracias a la labor de la Fundación Canaria Main, pueden sortear. En Lanzarote, la entidad ha trabajado ya con 56 menores, de los cuales muchos ya han conseguido un puesto de trabajo gracias a la formación que le brindan.

La Fundación Canaria Main, que impulsa el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas España), aterrizó en Lanzarote a principios de este 2025 y desde ese momento está llevando a cabo un proyecto en la isla a través de un programa de formación e integración sociolaboral para menores migrantes. 

Agustina López, educadora social y profesora de español en la Fundación Canaria Main, cuenta que este programa se divide en varias fases. "En una primera parte cursan 200 horas de español y dentro de ellas se trabajan también las habilidades sociales, mientras que cuando superan esta fase ya pasan a una formación profesional", explica.

En este sentido, a lo largo de los meses ya han tenido un total de tres grupos. Dos de ellos decidieron estudiar cocina y otros la formación de camarero. Esto ha permitido a aquellos que tenían su documentación en regla encontrar un puesto de trabajo, algo vital a la hora de comenzar una nueva vida.

"Es muy positivo para ellos que, una vez que hayan terminado este ciclo de formación de español y profesional, hayan podido incorporarse rápidamente al mundo laboral", destaca López.

 

Aceptación de las empresas

A la hora de realizar las prácticas en las empresas, desde la Fundación acuden a estas después de que los jóvenes hayan terminado las clases de español para las primeras tomas de contacto.

Según señala la educadora social, "la acogida de las empresas ha sido muy buena". "De hecho, fuimos hace poco a unas puertas abiertas de un hotel y están deseando encontrar a gente para trabajar porque en Lanzarote actualmente hay mucho trabajo", continúa.

Las principales condiciones que deben tener los jóvenes migrantes para poder trabajar en estas empresas son "hablar bien el español y tener habilidades".

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Jóvenes migrantes durante la formación laboral. Foto: Fundación Canaria Main

 

Facilidad para aprender español

El nivel de español con el que llegan los menores "es sorprendente" aunque todo depende de cada caso, según López. "En el grupo que tenemos actualmente hay algunos que llevan cuatro meses aquí y ya entienden perfectamente el español", dice. El contenido de estas clases pasa por su utilidad en el día a día.

Sin embargo, sí que les cuesta más la escritura, pero tienen una comprensión muy buena porque "tienen muchas facilidades a la hora de aprender idiomas". Entre los chicos hay subsaharianos, marroquíes, gambianos, guineanos, malienses o senegaleses, entre otras nacionalidades.

Además, otra de las características que más destaca la educadora social sobre los menores son "sus ganas de empezar una nueva vida".

En lo que respecta a los discursos racistas y xenófobos que lanzan algunos sectores de la sociedad respecto a los menores migrantes que llegan a España de manera irregular, manifiesta que "a nadie le gusta irse de su país y en sus países no tienen estas oportunidades y que aquí sí que las tienen, vienen a tener un futuro mejor y a sentirse productivos".

"Esto es algo que estamos viendo a día de hoy porque vienen aquí después de haber empezado a trabajar, como dos chicos que comenzaron a trabajar hace poco en un hotel y están muy felices porque les ha cambiado la vida y solo tienen palabras de agradecimiento a la Fundación porque la labor es muy importante y necesaria", prosigue.

Por otro lado, a pesar de que algunos de los menores no tienen todavía su documentación en regla, Agustina López hace hincapié en la historia de uno de ellos decidió continuar con la formación a través del Servicio Canario de Empleo. Tras recibir el permiso de trabajo, comenzó a trabajar. "Se podría haber rendido o haberse quedado en los centros, pero no lo hizo", apunta.

 

Una jornada de surf como colofón a la formación de español

Con motivo de la finalización de las clases de español, la Fundación Canaria Main decidió llevar a cabo esta misma semana una jornada de surf donde los jóvenes migrantes han podido pasar un día de socialización, diversión y deporte.

"Creemos que la integración se puede dar a través del deporte y de los valores que ofrece porque somos un grupo y al final en cada trabajo al que vayamos hay que trabajar en equipo y escucharnos, por lo que a través de esta actividad muchos de ellos, que viene en pateras, sienten miedo del mar y no saben nadar", explica.

El objetivo de esta jornada de surf ha sido pasar un día de convivencia y próximamente pretenden llevar a cabo otra actividad en la que cada persona traiga un alimento típico de su país. "Conocer otras culturas nos ayuda a sentirnos un poco más libres y conocer al otro", dice.

Las actividades al aire libre más allá de los centros de menores "sirven mucho para que ellos se puedan evadir y adquieran habilidades, que vean que también se pueden divertir a pesar de que vienen a trabajar y formarse".

Menores migrantes surfeando en Famara. Foto: Cedida.
Menores migrantes surfeando en Famara. Foto: Cedida.

 

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