ALanEm denuncia en la Policía Nacional actos vandálicos en su sede de Arrecife

Los empleados de la asociación reciben insultos y se han encontrado una cerradura rota y otra con silicona. "Y a mí no me gusta llegar con ansiedad y con miedo a mi trabajo”, explica el trabajador social, Adrián García

31 de enero de 2023 (11:32 CET)
Actualizado el 31 de enero de 2023 (11:33 CET)
Sede de ALanEM
Sede de ALanEM

Un trabajador de la Asociación Lanzaroteña para la asistencia en la Esclerosis Múltiple (ALanEM), Adrián García, presentó este lunes 30 de enero dos denuncias en la Policía Nacional por haber sufrido actos vandálicos en su sede, concretamente se encontró que “una cerradura estaba rota y en la otra habían puesto silicona”.

García explica que la situación de conflicto se originó con la adquisición del vado en 2021. “Desde hace un tiempo estamos teniendo problemas con los vecinos que aparcan ilegalmente en la reserva de espacio que tenemos de lunes a viernes de ocho de la mañana a ocho de la tarde. Sirve para que aparquen aquí tanto trabajadores como usuarios, pero la gente no lo respeta”, señala el trabajador social.

“Al llamar a la grúa, uno se enfadó y me increpó. Son varios. Da la casualidad que todos los problemas han empezado a raíz de los insultos. No podemos confirmar quiénes son, pero podemos hacernos una idea”, explica García.

El trabajador social apunta que ALanEM paga por el vado 450 euros anuales porque “Arrecife no contempla la excepción de tasas a entidades sin ánimo de lucro” y que se está “planteando buscar el dinero de debajo de las piedras para instalar cámaras de videovigilancia y así tener pruebas”.

“Es una batalla constante y tengo que dejar de atender mi trabajo para hacer esto. Estamos en enero, un mes de justificación de subvenciones, de hacer memorias, de pagar facturas… Este conflicto nos está haciendo perder mucho tiempo”, critica García.

El trabajador social señala que espera que con las denuncias la situación mejore. “Normalmente creo que las personas hablando nos entendemos, pero hay otras personas que no están dispuestas a dialogar, así que tuve que tomar cartas en el asunto. Sufro por que me pase algo a mí, a mis compañeras, o a los usuarios. Y a mí no me gusta llegar con ansiedad y con miedo a mi trabajo”, concluye García.

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