En el acto también estuvo presente el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Sánchez Simón, quien se congratulaba por la "buena colaboración entre administraciones" y aseguraba que en "tiempo récord" agilizarán los permisos necesarios para que el Ayuntamiento asuma la gestión para su mantenimiento, que estaba caducada.
La Consejería de Turismo ha destinado, a través del Plan de Infraestructuras y Calidad Turística de la Isla, 107.535,38 euros para la ejecución e instalación de un gran elemento de mobiliario urbano, la escultura Olameda, en la Avenida Marítima de la ciudad de Arrecife, y 2.396.960,88 euros para la rehabilitación del Islote del Amor, en La Fermina.
Islote de La Fermina
El Islote del Amor (de la Fermina), cuenta con una superficie de ocupación de 14.350 metros cuadrados y se llevó a cabo según la consejera de Turismo, Rita Martín "para mejorar la calidad, el confort, la estética y la funcionalidad de los servicios e instalaciones en beneficio del interés público".
Según destacan desde la Consejería, la obra de rehabilitación del Islote de la Fermina constituye una actuación especial, de carácter marcadamente artístico, de diseño, realizada en un entorno de difícil acceso por ser una pequeña isla rocosa, cuya única entrada la constituye un pequeño puente de madera de uso peatonal.
El proyecto en el que se basa esta obra se remonta a unos 20 años atrás, cuando impulsado por el artista lanzaroteño César Manrique se iniciaron los trabajos que por falta de presupuesto quedaron sin culminar y en estado ruinoso según transcurrían los años. La Consejería de Turismo regional retomó en 2006 aquella idea inacabada.
Escultura Olameda
Además del Islote de la Fermina, este viernes también se ha hecho entrega de la escultura Olameda de los arquitectos lanzaroteños Blanca Cabrera y José Rafael Ramírez. Ubicada en el paseo marítimo de la capital en dirección a Playa Honda, la escultura de mobiliario urbano ha contado con una inversión de 107.535,38 euros y está formada por una estructura de hormigón recubierta con una pérgola de madera. Así, tiene un total de tres grandes bancos para sentarse además de contar con una fuente, una ducha y unas espalderas para la práctica de deporte. "Al estar formada por módulos se puede repetir en otros sitios de la isla", explicaba Ramírez, quien informaba de que "lo más caro ha sido crear los moldes de hormigón".
La consejera de Turismo del Ejecutivo canario destacó que en el caso de la escultura se ha tenido muy en cuenta las condiciones físicas y climatológicas de la zona. En este sentido, resaltó que "se ha diseñado para que proteja del sol y del viento, factores muy importantes en esta isla, y que sea una alameda de sombra que refresque al paseante mientras contempla el mar".
