Altas temperaturas y fuertes vientos. Una combinación peligrosa, sobre todo, en zonas como Famara. Este fin de semana, la ONG EMERLAN (Emergencias y Rescate de Lanzarote) ha tenido que intervenir hasta seis veces en esta playa para poner a salvo a bañistas que tras adentrarse en el mar, no podían regresar a la orilla. Aunque el número de actuaciones sea significativo, ninguno de los rescatados necesitó asistencia sanitaria posterior.
La última intervención se produjo el domingo 29 de julio, sobre las 11:30, cuando los socorristas rescataron a tres menores de dieciséis, nueve y ocho años, naturales de Arrecife, que se habían alejado de la costa a bordo de una colchoneta y no podían regresar a la orilla.
El sábado, 28 de julio, tuvieron que intervenir en tres ocasiones. Primero sobre las 14:52 rescataron a dos turistas alemanes, padre e hijo, que se habían alejado con la corriente de bajada de la marea. Una hora más tarde, intervinieron para socorrer a un joven holandés que se había alejado con una tabla de surf y al no poder regresar a la orilla había abandonado la tabla, poniéndose así en "serio riesgo", señalan desde EMERLAN. Y por último, sobre las 16:15 dos jóvenes de nacionalidad colombiana que usaban boogies (tabla corta para coger olas) se vieron atrapadas por la corriente de retorno.
Además, el viernes, 27 de julio, los socorristas de guardia realizaron dos intervenciones casi seguidas. La primera de ellas se produjo porque dos turistas de nacionalidad italiana se vieron atrapadas por la corriente y lograron avisar mediante señales a los servicios de emergencia. La segunda, se produjo por el mismo motivo. Sin embargo, cuando los socorristas accedieron hasta el joven británico que pedía ayuda, se lo encontraron fatigado y en evidente estado de embriaguez.
