El secretario insular de Comisiones Obreras, Ramón Pérez Farray, confirmó las denuncias de los trabajadores de la empresa Avinsa, que presta los servicios de vigilancia en el aeropuerto de Lanzarote, en el sentido de que no está cumpliendo con el convenio colectivo.
Desde enero, cuando Avinsa firmó el contrato de vigilancia, empezaron los conflictos porque los trabajadores vienen reclamando que no se les paga la totalidad de las horas extras que laboran. Pérez sostuvo que la empresa persigue laboralmente a los vigilantes que han expresado su malestar, incluso con sanciones de suspensión de sueldo de hasta dos meses como es el caso de un trabajador que fue castigado por revelar supuestamente una información privada de la empresa.
Las críticas al director del aeropuerto, Dionisio Canomanuel, no se hicieron esperar. Para Comisiones Obreras es un director "que no pinta nada y que ha venido a Lanzarote a pasarlo bien". Pérez Farray lo tildó de "incapaz" para resolver todos los conflictos que rodean el aeródromo. Así, piensa que ha sido nulo en la mediación del conflicto de Iberia y ahora en el de la empresa de vigilancia. Es más, el líder sindical señala a Canomanuel como máximo culpable por no hacer cumplir las obligaciones a las empresas, llámase Iberia o Avinsa.
La plantilla de unos 70 trabajadores se ha sentido perjudicada desde que hubo el cambio en la concesión de la empresa de vigilancia del aeropuerto. Avinsa, denuncian los trabajadores, no respeta los mismos derechos y pluses que tenían con la anterior empresa siendo que los han subrogado en igualdad de condiciones.
Además, los vigilantes han asegurado que Avinsa no abona la totalidad de los sueldos, no da cumplimiento a la ley de prevención de riesgos laborales, omite a los delegados sindicales al no proporcionales información como los contratos y para completar tampoco les entrega el uniforme necesario.
En febrero la Unión Sindical Obrera presentó una denuncia ante la Inspección de Trabajo en la que se concretó una reunión conjunta con un responsable de la empresa donde se acordó solucionar este problema. Sin embargo, "el talante de la empresa no es el idóneo porque aún no cumple lo esencial", explicó David Perdomo, delegado sindical. Tras el encuentro, el inspector de trabajo puso una fecha para arreglar los problemas pero sólo parcialmente. De hecho, a algunos trabajadores todavía no se les ha abonado la totalidad del dinero que reclaman desde enero.
