Vox tacha de "atentado al cristianismo" la retirada de una cruz franquista en Lanzarote

La Falange española, único partido legal en el franquismo, encargó dicha cruz en la plaza de Las Palmas como homenaje al medio centenar de personas del bando nacional que murió durante la sublevación militar en la isla en 1936

10 de julio de 2025 (12:16 WEST)
Actualizado el 10 de julio de 2025 (16:11 WEST)
Retirada de la cruz franquista en la plaza de Las Palmas. Foto: La Voz.
Retirada de la cruz franquista en la plaza de Las Palmas. Foto: La Voz.

La formación de ultraderecha Vox ha tachado de "atentado contra el cristianismo" la retirada de una cruz franquista de la Plaza de Las Palmas, localizada frente a la iglesia de San Ginés, en Arrecife. Este vestigio franquista ha sido eliminado aprovechando la rehabilitación de esta histórica plaza de la capital de Lanzarote y cumpliendo la Ley de Memoria Histórica.

Los dos concejales de Vox en el Ayuntamiento de Arrecife Eugenio Hernández y Jorge Enrique Barrios han asegurado que la retirada de este vestigio franquista es "un terrible atentado" contra la "tradición cultural" de la isla y que "sería ilógico y absurdo que se quitase, tanto si los motivos son políticos como de simple despiste".

La ex directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Nona Perera, una de las impulsoras de los catálogos de vestigios franquistas en el archipiélago ha explicado a La Voz que cuando se abrió la puerta central de la Iglesia de San Ginés había una cruz pintada en la puerta. Sin embargo, en los años cincuenta la Falange española, el único partido político legal en el franquismo, encargó la cruz que se podía ver hasta ahora en la plaza para conmemorar al medio centenar de personas del bando franquista que murió en la guerra civil en la isla. 

Por un lado, el Ayuntamiento contrató a Manrique para que diseñara esta plaza y, por otro, la Falange colocó esa cruz. "Ya está significada es un símbolo de las personas que murieron de un bando, aunque a veces eso se camufla", ha añadido Nona Perera.

Asimismo, la formación política ha seguido defendiendo que este monumento "pertenece a la historia del municipio, no a nadie en particular", obviando que este monumento fue erigido como culto a los golpistas del bando franquista que apoyaron la sublevación militar contra el Gobierno de la Segunda República en 1936, dando lugar a la Guerra Civil española (1936-1939) y a cuarenta años de dictadura militar en el país.

El partido de extrema derecha pidió ya al Gobierno municipal, compuesto por el Partido Popular y Coalición Canaria, que "respetaran un símbolo de marcado carácter católico y cristiano" que "custodia y salvaguarda la entrada al templo". 

"¿A quién le molesta una cruz cristiana, es que van a venir ahora esta gente que vive permanente en el pasado a decirnos que era una cruz del General Franco y no de los arrecifeños de cualquier tipo de ideología?", ha continuado Eugenio Hernández. 

En esta línea, la formación de ultraderecha ha indicado que "no solo tenemos una invasión de todo tipo de términos lingüísticos de países como Inglaterra, sino que la llegada masiva de personas de otros países de continentes diversos está provocando trastornos e inseguridad en diferentes zonas de la capital". "Ahora tenemos que aguantar que nos quiten algo que es nuestro, que forma parte de nuestra identidad y de nuestra cultura, independientemente de que las personas que lo defienden sean creyentes o no lo sean”, ha continuado Hernández. 

“Para su desgracia, no se trata de ningún monumento creado para exaltar nada que no sea la fe en Jesucristo y potenciar la belleza de una plaza en la que su principal elemento ornamental es precisamente una sencilla pero hermosa iglesia”, ha añadido Enrique Barrios, omitiendo la relación de esta cruz con la dictadura franquista.

“Eliminar esa cruz de la plaza de la Iglesia, por mucho que algunos revisionistas la quieran vincular a Franco, supone un error histórico e irreparable que desde luego recaerá sobre los hombros del máximo responsable municipal, Yonathan de León, que debe velar por el respeto de los símbolos y de las tradiciones que defienden sus vecinos de manera mayoritaria”, ha concluido Barrios.

La calle Jacinto Borges, uno de los vestigios franquistas que permanecen en Arrecife. Foto: José Luis Carrasco.
Los símbolos de la dictadura franquista que aún viven entre las calles de Arrecife
LO MAS LEÍDO