Álamo: "El trabajo en los barrios es fundamental para abordar la diversidad cultural de Lanzarote"

El investigador y trabajador social relata que "sabemos gestionar los miles de turistas que llegan a la isla, así que no debería haber problemas para gestionar a las personas que llegan por costa"

27 de enero de 2024 (07:50 CET)
El trabajador social José Manuel Álamo en una entrevista con La Voz. Foto: Juan Mateos.
El trabajador social José Manuel Álamo en una entrevista con La Voz. Foto: Juan Mateos.

Lanzarote es sinónimo de multiculturalidad. Solo en Arrecife, la capital conejera y el municipio más habitado, conviven 90 nacionalidades diferentes. Esta diversidad también se extiende a nivel insular, donde, al menos, dos de cada tres residentes en la isla son extranjeros. Sin embargo, la forma de que las diferentes culturas se mezclan depende en gran medida del trabajo institucional, según defiende el investigador y trabajador social José Manuel Álamo, que ha participado este viernes en las jornadas El jardín de las voces en Lanzarote.

El experto en intervención social defiende que los datos de los que se dispone en la isla son "una trampa" porque no existe ningún departamento en el Cabildo de Lanzarote o de algunos de los ayuntamientos dedicado a investigar la diversidad real. "En cuanto las personas se nacionalizan ya no se cuentan como extranjeros ni como origen cultural extranjero. Los hijos y hijas de las personas migrantes tampoco se cuentan y todo eso es origen cultural diverso y todo eso es diversidad cultural", añade.

Para entender la importancia de la convivencia de diferentes culturas en la isla, Álamo vuelve a los orígenes del pueblo canario. "Canarias está entre tres continentes y tenemos un pasado donde la identidad canaria realmente es una identidad que tiene su singularidad en la mezcla de culturas distintas", defiende.

"El trabajo en los barrios es fundamental a la hora de poder abordar un reto como es la diversidad cultural y en el caso de Lanzarote el impacto que han tenido las migraciones en los cambios poblacionales que se están dando en los diferentes municipios", resalta el experto, con varios trabajos publicados sobre la intervención comunitaria.

En este sentido, el investigador social puntualiza que "Lanzarote fue la isla canaria que mayor aumento porcentual de población tuvo en 2023". Del crecimiento poblacional que ha experimentado la isla, en gran parte a causa de los movimientos migratorios desde Europa, América y África, asevera que "es imposible individualizarlo" y que debe tener una respuesta transversal liderada por las instituciones públicas y, en colaboración, con la sociedad civil organizada, las empresas y otras asociaciones.

"Trabajar conjuntamente, crear alianzas y y poder ser eficaces en esas intervenciones es lo que denominamos intersección comunitaria", resalta Álamo, quien participa en estas jorrnadas fomentadas desde el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Arrecife, que buscan crear espacios comunes para la integración de las diferentes culturas y evitar círculos cerrados.

Álamo muestra que "tratar de limitar los movimientos humanos es una estrategia que el tiempo va a derrotar". Al mismo tiempo que resalta que la diversidad cultural es un patrimonio a proteger

Mientras tanto, revela que en Lanzarote "estamos en un modelo de multiculturalidad donde los grupos no tienden a mezclarse". Como sucede en el resto de España, donde se da una coexistencia. Por ejemplo, expone el caso de la comunidad inglesa asentada en la isla, la mayor según los datos del Centro de Datos de la isla, "que es más endogámica o que tienden más hacia adentro y no a la interrelación", según el experto. 

Las migraciones y las políticas

A la hora de ordenar el crecimiento poblacional y conseguir una sociedad integrada, el trabajador social resalta que existen tres tipos de políticas diferentes: políticas reactivas (la que se dan en emergencias, por ejemplo, con el aumento de las llegadas a las costas), las negacionistas (donde se espera que las migraciones paren algún día) y las proactivas (donde se apuesta por la diversidad cultural como sinónimo de prosperidad). 

A pesar de que hace 30 años que arribó a Canarias la primera patera, la llegada de personas migrantes por mar al Archipiélago continúa generando una respuesta "reactiva" en las instituciones, donde se actúa para resolver una "emergencia". Así, Álamo resalta que "el tipo de políticas que están basadas en la emergencia son muchas veces, por desgracia, las que dan muchos problemas y desbordan".

Desde su punto de vista, las políticas más integrales son las proactivas. En este sentido, insiste en la importancia de "dedicar recursos de acogida bien estructurados" para las personas que llegan.

"Siempre va a haber personas que hay que acoger y que hay que incluir en la sociedad", expone el trabajador social y comunitario.

El trabajador social José Manuel Álamo en una entrevista con La Voz. Foto: Juan Mateos.
El trabajador social José Manuel Álamo en una entrevista con La Voz. Foto: Juan Mateos.

 

El crecimiento demográfico de Lanzarote es complejo y abarca varias realidades,   más allá de las llegadas desde el mar desde el continente vecino o los movimientos migratorios desde Latinoamérica y Europa. A ello, se han sumado en los últimos años los trabajadores en remoto que, "siguen como residentes en sus países de origen, pero trabajan ya desde aquí" o los turistas clásicos que vienen a pasar unos días a la isla.

Frente a ello, el investigador social resalta las situaciones de hostilidad a laque se enfrentan las personas de origen cultural diverso. "A nadie se le esconde que, bajo el tema de las migraciones y la diversidad cultural, se están produciendo situaciones de hostilidad en muchos sitios, a veces de agresiones, incluso físicas, cuando no verbales o excluyentes sobre una nacionalidades sobre otras", insiste Álamo.

Asimismo, señala la importancia de abordar los discursos y las narrativas que hay en la calle, por ejemplo, conocer cómo se habla en los contextos de violencia y también dónde se da la convivencia pacífica y cuáles son las circunstancias para que la población se entremezcle y colabore en conjunto. 

Desde una mirada más utilitarista de las migraciones, de las que José Manuel Álamo trata de rehuir pero que no quiere ignorar, resalta que "si hoy en día cogiéramos Arrecife o cualquier municipio de Lanzarote y expulsáramos a todos los migrantes, sería un desastre económico y de los servicios absoluto".

A los discursos de odio, se les suma los problemas en la regularización de su situación para los ciudadanos migrantes no europeos, la precariedad laboral o las dificultades en el acceso a la vivienda. 

Para concluir, afea que "sabemos gestionar los miles de turistas que llegan a la isla, así que no va a haber problemas para poder gestionar las personas que pueden llegar por costa, lo que no hay son los medios necesarios".

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