Entrevista

José Valle apuesta por la transformación digital y la sostenibilidad como las grandes oportunidades

El presidente del Círculo de Empresarios de Lanzarote responde a las preguntas de Ekonomus sobre la economía local durante la pandemia y el escenario empresarial post covid

EKN

9 de enero de 2022 (13:08 CET)
Actualizado el 9 de enero de 2022 (18:22 CET)
José Valle, presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa
José Valle, presidente de la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa
  • ¿Cuál es su valoración de la economía insular en los años de la pandemia?

Lanzarote y Fuerteventura se han visto muy mermadas en lo económico debido a su alta dependencia del turismo. Cabe reseñar que en el año de covid tuvimos una caída de PIB del 28%, 8 puntos más que la media de Canarias y 16 puntos más que la media peninsular, lo que implica una debacle económica. Llegamos a tener, entre parados y trabajadores en ERTE, alrededor de 44.000 personas directamente afectadas y 8.000 autónomos que tuvieron que paralizar su actividad. Esto significa que nuestro modelo económico está sustentado directa e indirectamente por el sector turístico, que además es muy sensible a cualquier limitación de movilidad. 

 

  • ¿Ha sido 2021 el año de la recuperación económica tras el nefasto 2020?

Comenzó el año de manera muy dura, con altas restricciones en la movilidad, muchos fallecimientos, hospitalizaciones y, en general, mucha enfermedad. Como es lógico primó la salud sobre la economía y se produjo el bloqueo del turismo. En el verano se empezó a normalizar la situación y las previsiones del otoño invierno eran muy favorables. Pero lamentablemente el alto grado de contagios producidos por la variante Ómicron ha generado muchas dudas y, en muy poco tiempo, todo se ha ido parando de nuevo. La clave es que esta última variante no está arrojando cifras tan dramáticas de hospitalizaciones y decesos, y esperamos picos muy altos en las curvas de contagio ascendentes, pero también con una desescalada rápida para que la situación se normalice. Pero en líneas generales el 2021, sin echar las campanas al vuelo, ha mejorado la situación del 2020.. 

 

  • Al margen de las dificultades vividas en la gran mayoría de sectores económicos, ¿cree que el empresariado local sale preparado para hacer frente a la postpandemia?

Nunca antes el empresariado se había enfrentado a una situación de crisis como la actual, viéndose obligado a subsistir con fondos propios y con los créditos ICO para financiar la no actividad. Esto ha generado mucho endeudamiento que tendremos que pagar en los próximos años. Yo creo que esta crisis ha demostrado que el empresariado estaba mejor preparado que en crisis anteriores como la del 2008, en la que la deuda de las diferentes empresas llevó al colapso económico. Salimos bien preparados pero no queda capacidad para enfrentarnos a nuevas turbulencias, porque el margen ya no existe. Los fondos propios de las empresas se han consumido, en la tarea de subsistir. También ha sido importante la acción del Gobierno, eliminando cargas salariales mientras no había actividad con la herramienta de los ERTES. Cabe destacar que el turismo es un sector que crea riqueza y que cuando funciona está en mejor disposición para generar recursos que otros sectores como el industrial.  

 

  • El debate económico insular y regional viene caracterizado en los últimos años por la coincidencia en la necesidad de lograr una diversificación económica respecto del turismo y la construcción. ¿Se ha logrado algún avance en este sentido en los últimos años?

En Canarias la diversificación económica va a ser difícil ya que los costes logísticos son enormes y tenemos una enorme carencia de suelo. Somos un territorio muy limitado y protegido. Por lo que hablar de industria o logística a gran escala en Canarias suena a una quimera. Creo que debemos invertir en digitalización, economía verde y, sobre todo, mejorar nuestro modelo productivo. Desde el Círculo de Empresarios de Lanzarote, por lo que apostamos no es por tener más masa, más camas, hoteles etcétera, sino por mejorar lo que ya tenemos, por eso nace Lanzarote Premium. Y, también hay que decirlo,  tenemos un sector turistico que es envidiable. Lo que creo que debemos hacer es mejorar este sector. Antes de la crisis del covid veníamos creciendo en número total de turistas pero también bajando en el gasto medio por visitante en destino. Por lo que tenemos que conseguir más venta directa, con menor dependencia de la touroperación, y que el visitante le de valor a nuestra gastronomía, a nuestro paisaje, a nuestra artesanía, etcétera. La nuevas tecnologías darán desde luego nuevas oportunidades de creación de empleo, pero el reto es mejorar el sector turístico, subiendo el gasto medio del visitante, para que el dinero se redistribuya en la isla de manera más eficiente.

 

  • ¿Cuáles son los principales retos con los que Lanzarote afronta la próxima década?

Hacer una agenda 2030, detectando claramente cuáles son las necesidades de la isla y sobre todo mejorar nuestra capital, que tiene que ser nuestro punto clave tanto para las instituciones públicas como para la acción privada. Tenemos que ir dotándonos poco a poco de un servicio más cualificado, haciendo la isla más sostenible. Si somos inteligentes y mejoramos nuestra oferta complementaria, podemos volver a convertirnos en un destino único.Otro de los puntos es no depender tanto de turismo inglés y europeo, para atraer mercados como el asiático y el americano, con vuelos directos que ya pueden ofertar las compañías aéreas, siempre teniendo bien claro que se demanda el turismo de calidad media alta, para que esos recursos nos den una mejora general de la calidad de vida de los lanzaroteños.

 

  • ¿Está preparado el empresariado local para poder captar fondos europeos de recuperación?

Sobre los fondos europeos cabe destacar que tienen que solicitarse con proyectos muy bien orientados y no está tan claro que seamos capaces de captar esos fondos; no solo está pasando en Lanzarote sino en todo el país. El problema es que no captar estos fondos no solo significa perder dinero, sino un tren que otros países sí que van a aprovechar. Significa poder cambiar el modelo productivo. Las regiones que aprovechen estos fondos estarán en un nivel muy superior a la hora de afrontar el futuro. Y todavía hay mucha confusión de cómo captar esos fondos, esperamos que no sólo se aprovechen las grandes compañías que sí tienen departamentos específicos que pueden afrontar esos proyectos. Debemos de crear oficinas de proyectos con intervención pública-privada que dinamice la captación de esos fondos en proyectos innovadores de transformación general de la economía y de la sociedad en general. Es una oportunidad para un cambio innovador. 

 

  • ¿Puede identificar algún nuevo sector económico con potencial de generación de empleo y riqueza en los próximos años?

Está claro que la transformación digital y la sostenibilidad. Debemos de apostar por incentivar la creación de un hub de innovación, incluso bonificando su implantación en la isla. Porque si nos preparamos en esta línea, esto sí puede ser una realidad para diversificar de alguna manera nuestra economía. Ya existe la zona ZEC y deberíamos empezar a trabajar a optar en este sector. Por el lado de la economía verde tenemos una ventaja enorme. El tamaño de nuestra isla nos permite controlar en el futuro nuestra movilidad interior, para que sea sostenible con la electrificación de nuestros medios de transportes, así como nuestros recursos naturales, ya que somos ricos en sol y viento que tiene que ser muy aprovechables para dirigirnos hacia las energías limpias. Estoy convencido que con una alianza público privada ambos sectores los podemos desarrollar para que generen riqueza y sostenibilidad al mismo tiempo.

 

  • ¿Qué echa en falta a nivel institucional para poder impulsar el empleo y la economía local?

Lo que debemos de evitar de una vez por todas es la enorme lentitud que la pesada burocracia impone a la hora de hacer cualquier proyecto. Tenemos que ser ágiles, debemos de hacer una reflexión general, las instituciones van muy lentas no sólo para el sector empresarial en sí, sino para la población en general a la que no le da respuesta en tiempo y forma. Debemos de plantearnos un modelo ágil de ejecución de proyectos. No puede ser que el pago a proveedores esté por encima de la media de la RED, no puede ser que un ciudadano quiera hacerse una casa y su licencia tarde más de un año y medio, no pude ser que para que un proyecto sencillo de mejora de cualquier aspecto estemos tardando una eternidad, Se paraliza la sociedad y también la economía. Por eso debemos de conseguir tener una burocracia ágil, y por supuesto, también eficaz. 

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