El Rancho de Pascuas de Teguise rinde homenaje póstumo a Efigenia Torres Martín en la Nochebuena

La máxima distinción honorífica fue entregada durante la tradicional Escenificación del Nacimiento del Niño Jesús, en reconocimiento a su entrega, generosidad y amor por las tradiciones del municipio

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Norberto de León
25 de diciembre de 2025 (12:01 WET)
Actualizado el 25 de diciembre de 2025 (12:01 WET)
Rancho de Pascuas de Teguise (Fotos: Norberto de León)
Rancho de Pascuas de Teguise (Fotos: Norberto de León)

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El Rancho de Pascuas de Teguise hizo entrega en la noche del pasado 24 de diciembre de su máxima distinción honorífica, a título póstumo, a Efigenia Torres Martín, en el marco de la tradicional Escenificación del Nacimiento del Niño Jesús, uno de los actos más emblemáticos y queridos de la Navidad en la Villa de Teguise.

El reconocimiento tuvo lugar durante la celebración de esta escenificación, profundamente arraigada en la historia y la identidad del municipio, y que continúa viva gracias al compromiso de generaciones enteras, así como a la participación del Rancho Chico y de sus angelitos, que aportan luz, ternura y emoción a la noche más especial del calendario navideño.

Con este homenaje, el Rancho de Pascuas quiso poner en valor la figura de Efigenia Torres Martín, una mujer recordada por su carácter entrañable, sencillo y solidario, y por su profundo amor a las costumbres y tradiciones de Teguise. Aunque no era natural del municipio, supo integrarse plenamente en la vida del pueblo, haciéndolo suyo desde el respeto, la curiosidad y la admiración.

A lo largo de su vida, Efigenia destacó por su implicación constante en la comunidad, colaborando con la Parroquia, Cáritas y diversas iniciativas culturales y educativas. Aprendió y preservó saberes tradicionales, especialmente en el ámbito artesanal, siendo ampliamente reconocida por su maestría en la roseta, así como en trabajos de presilla, blonda, encaje y calado, que hoy forman parte del patrimonio cultural de la isla.

La Navidad ocupaba un lugar muy especial en su vida. Cada 25 de diciembre, su hogar se convertía en un espacio de encuentro y hospitalidad, donde abría sus puertas para compartir comida, conversación y afecto, un gesto sencillo que simbolizaba su fe, su humildad y su compromiso con los valores comunitarios.

El Rancho de Pascuas de Teguise destacó que Efigenia nunca buscó reconocimiento alguno, pero dejó una huella imborrable en quienes la conocieron. Su legado pervive hoy en su familia y en el recuerdo colectivo del pueblo, como ejemplo de entrega, generosidad y amor por las tradiciones.

Con esta distinción, el Rancho de Pascuas de Teguise quiso rendir un homenaje sincero a su memoria y reafirmar el valor de las personas que, desde la sencillez, contribuyen a mantener viva la identidad cultural y humana de la Villa de Teguise.

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