El XI Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote recibe las primeras historias

El plazo para participar en esta edición, protagonizada de nuevo por los Centros Turísticos, estará abierto hasta el 31 de agosto

12 de julio de 2021 (21:29 CET)
Actualizado el 13 de julio de 2021 (12:04 CET)
Jardín de Cactus, una obra de César Manrique

El Concurso de Microrrelatos de Radio Lanzarote-Onda Cero, que en su undécima edición vuelve a estar protagonizado por los Centros Turísticos, ya ha recibido sus primeras historias. 

El plazo para participar en el certamen estará abierto hasta el 31 de agosto. Hasta ese día, los interesados pueden enviar sus sus relatos al email concursorelatos@lanzarotemedia.net, con una extensión máxima de 100 palabras, incluido el título en el caso de que lo lleve.

En esta ocasión, los participantes deberán contar una vivencia propia o imaginada ocurrida en algún rincón de los Centros Turísticos que para ellos esté lleno de magia. Cada autor podrá enviar un máximo de cinco relatos, que podrá firmar con pseudónimo, aunque deberá indicar siempre un nombre y un teléfono de contacto. 

Los relatos serán leídos en el espacio de "Lectura en la Radio" de Radio Lanzarote (90.7), y publicados en La Voz de Lanzarote. Tanto la publicación como la lectura estarán supeditadas a las disponibilidades de espacio y tiempo de ambos medios.

Del fallo del certamen, que se hará público en la segunda quincena de septiembre, se encargará un jurado formado por periodistas de Radio Lanzarote-Onda Cero y La Voz de Lanzarote, que elegirán tres relatos ganadores y siete finalistas.

El ganador se llevará un premio de un fin de semana para dos personas con alojamiento y desayuno en el Hotel Natura Palace, establecimiento de 4 estrellas plus. El segundo premio será una cena para dos personas en el Castillo de San José y el tercer premio una de las experiencias insólitas para dos personas de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo. Todos los premios son para personas adultas.

 


Esclavo del cráter

Una voz me decía:

—¡Descálzate! Siente el calor de esta tierra bajo tus pies. Sube hasta el final y percibe la fuerza de la naturaleza en tu piel, su formación constante en tus retinas, la belleza en tu alma y el fuego del amor, en tu corazón.

Yo, sin más, obedecí. Una hora más tarde, habiendo regresado colmado de sensaciones inexplicables, aquella volvió a decirme:

—¿Valió la pena? Estoy cansado y viejo. He subido descalzo miles de veces y sé lo que sientes.

El animal no dejaba de mirarme ¿Podría ser el camello tan irracional cómo creía?

 

Ecos

Ella estaba siendo labrada en la escalera que conduciría a los futuros visitantes al interior de Los Jameos del Agua. Ese día anunciaron que él vendría a ver la obra. Es entonces cuando una piedra recién llegada, excitada por la noticia, pregunta: ¿Cómo es César?

El maestro-pedrero le responde: "Tranquila. Ya lo conocerás y además podrás verlo buscando con su mirada la complicidad de todas ustedes con el lugar que cada una tiene asignado en su imaginación".

Y, añade ella: "Después, en el silencio de la noche sentirás como por muchos años que pasen su espíritu nunca nos abandonará".


Hoy no cenamos

Esto que les voy a contar ocurrió tal cual lo relataré, aunque, bien pudo ser un sueño, porque después de tanto tiempo el recuerdo de lo sucedido se ha desvanecido entre los años transcurridos como hojas de un nuevo otoño arrastradas por el viento del impasible. Brotarán nuevas, que serán parecidas pero no las mismas. Ahora, cada vez que miro a esa rama del pasado no sé si lo que veo es real o solo la intención de regresar a los Jameos, porque muchas veces prefiero no recordar. A mi manera, esto hace que me sienta mejor…


Evocación

Bajé por una estrecha garganta-vagina, hacia las entrañas de la madre tierra.

De repente, me vi acogida en su cálido útero. Sus jugos minerales me nutrieron; y flotando en un magma amniótico fui gestada.

Entre terribles convulsiones y gritos ensordecedores de dolor fui alumbrada.

Salí a la luz seguida de torrentes de viscosa sangre al rojo vivo; finalmente fue expulsada la placenta dejando vacía la cavernosa matriz.

Tomé mi primera bocanada de aire e hice esfuerzos por abrir los ojos...

-¡Anna! Ya vuelve en sí.

-¡Menudo chichón!

Auditorio de la Cueva de los Verdes
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