Un guardia civil denuncia la apertura de un expediente tras sufrir un accidente laboral en Lanzarote

El agente sufrió un accidente de tráfico y defiende que tenía el permiso militar de conducir caducado, pero que nadie comprobó que estuviera en orden y que, además, el vehículo oficial estaba en mal estado

17 de junio de 2025 (21:06 WEST)
Actualizado el 18 de junio de 2025 (09:12 WEST)
Una de las comisarías de la Guardia Civil en Lanzarote
Una de las comisarías de la Guardia Civil en Lanzarote

Un guardia civil del Destacamento de Tráfico de Arrecife denuncia que la Benemérita ha abierto un expediente en su contra por una falta grave, tras sufrir un accidente de moto mientras estaba de servicio. El agente defiende que este siniestro no fue su responsabilidad sino que habría sido provocado por el mal estado de la motocicleta oficial.

Todo se remonta al 11 de febrero de este mismo año cuando el agente se encontraba de servicio. Según expone el guardia civil, sufrió un accidente de tráfico con la motocicleta a causa "del pinchazo en el neumático" trasero. El agente defiende que este neumático "presentaba un desgaste inadecuado" y tampoco "era el adecuado por sus características técnicas para el peso en orden de marcha de la motocicleta".

Según su versión, el incidente habría provocado el descontrol del vehículo y le causó lesiones físicas, de las que se recuperó el pasado 22 de mayo tras ser dado de alta médica.

En el momento del accidente, el agente reconoce que "su autorización militar para conducir vehículos a motor estaba caducada y no se había practicado su prórroga".

En la jornada de este lunes, mientras el agente se encontraba de servicio, le pidieron que se personara en el Destacamento de Tráfico de Arrecife. Una vez en el lugar, el Jefe del Destacamento le informó de que se había iniciado en su contra un expediente por falta grave. En concreto, le atribuyen una infracción de "deber u obligación legal o reglamentariamente establecida que resulte inherente al cargo o a la función, cuando se produzca de forma grave o manifiesta".

En su defensa, el agente declara que "es conocedor de quién es la persona responsable de la prórroga de la vigencia de la autorización administrativa para conducir vehículos oficiales". Además, acusa a su superior de "ser incapaz de practicar dicho parte disciplinario por incurrir en diferentes causas de abstención y posterior recusación"

Asimismo, asegura que se está cometiendo un presunto "delito de prevaricación administrativa porque la autoridad o funcionario está dictando una resolución arbitraria a sabiendas de su injusticia, hacen alusión en el expediente disciplinario por falta grave pero en vez de fijarse y citar conscientemente el artículo 6 que es en el que se establece la responsabilidad del teniente, se ignora y se cita el artículo 4 que habla sobre la necesidad de la vigencia del permiso".

En este artículo 4 del Real Decreto 628/2014, de 18 de julio, se recoge que "el titular de cualquiera de las autorizaciones que habilitan a conducir vehículos de las Fuerzas Armadas o de la Guardia Civil deberá llevarlas consigo y exhibirlas cuando sea requerido para ello por los agentes de la autoridad, debiendo estar, en todo caso, en vigor".

 

Una situación que el agente ha sido incapaz de asimilar

A raíz de esta situación, para "evitar males mayores", el agente decidió entregar su arma reglamentaria a su superior con "las correspondientes medidas de seguridad". Tras la entrega de su arma, el agente sufrió una crisis de ansiedad que hizo que no pudiese continuar prestando servicio, por lo que tuvo que ser asistido por el personal del Destacamento de Tráfico en el despacho de su superior. 

Tras ser atendido en un primer momento, se solicitó una ambulancia urgente aunque finalmente tuvo que ser traslado en un vehículo oficial de la Guardia Civil al centro médico de Hospiten para ser tratado de la crisis que sufrió. Posteriormente, fue derivado al área de Psiquiatría del Hospital Doctor José Molina Orosa.

Actualmente, el agente se encuentra de baja psicológica por estos hechos.

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